bilbao - La presión pública que está ejerciendo el PP sobre el PNV para comenzar la negociación presupuestaria en Madrid, o para hacer ver que ya está en marcha y que existen contactos con los jeltzales, no está teniendo el efecto deseado por Mariano Rajoy y está provocando el enfado del partido de Andoni Ortuzar. El PNV no empezará a negociar mientras Catalunya no recupere el autogobierno y Mariano Rajoy abra una senda de diálogo que reemplace a la vía judicial, lo que necesariamente retrasará los contactos hasta marzo o abril; pero el PP volvió a proyectar ayer que ya existe una negociación. El portavoz de los populares en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, aseguró en Antena 3 que los contactos con los jeltzales y con Ciudadanos se han retomado, mientras que fuentes jeltzales consultadas por este periódico lo negaron y anunciaron su intención de contactar ayer mismo con la dirección del PP en Madrid para trasladarle su malestar por las “falsedades” de sus portavoces y por “mentir”.
Las declaraciones del PP colocan al PNV en una posición muy incómoda, y le obligan a salir al paso constantemente para aclarar la situación a sus votantes en un asunto tan sensible como la crisis catalana. Desde el PNV creen que el PP está tratando de construir el relato de que la negociación presupuestaria funciona a pleno rendimiento, aunque el proyecto ni siquiera se ha presentado en Consejo de Ministros ni los jeltzales ven condiciones para comenzar a hablar mientras Rajoy siga actuando con puño de hierro contra el procés.
“No ha habido ni una sola conversación sobre las Cuentas”, recalcan. Tampoco creen que Hernando haya confundido de forma deliberada ese ámbito con la negociación de las transferencias pendientes del Estatuto de Gernika, después de que el consejero Josu Erkoreka llamara el lunes a la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, para que active cuanto antes las conversaciones.
el pp insiste Hernando dijo ayer que el Ejecutivo español “ya ha iniciado otra vez el diálogo” con los jeltzales para reeditar el pacto de 2017. Según dijo, le “gustaría” tener Presupuestos en marzo. Desde el Gobierno español, no obstante, trabajan con un calendario menos ambicioso: presentar el proyecto en marzo, negociarlo en abril, y aprobarlo en junio. Sería un esquema prácticamente idéntico al del año pasado y más realista en cuanto a los plazos, si se tienen en cuenta las reservas del PNV. Los jeltzales quieren esperar a que se despeje la investidura catalana, se levante la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y Rajoy dé señales de abordar un proceso de diálogo con el territorio.
No es la primera vez que el PP propaga la idea de la negociación presupuestaria con el PNV. Ana Oramas, de Coalición Canaria, daba la sorpresa hace unos días asegurando que en diciembre se llegó a un principio de acuerdo que los jeltzales frenaron a última hora por la crisis catalana. En esa ocasión, fue el ministro Cristóbal Montoro quien extendió el rumor, desmentido por el PNV. El Gobierno español necesita los cinco votos jeltzales. El año pasado aprobó sus Cuentas por la mínima, con los 176 respaldos del PP, C’s, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias.