madrid - El expresidente del Gobierno español Felipe González aseguró ayer que tiene “dificultad” para ver la comisión de un delito de rebelión por parte de los dirigentes independentistas que diseñaron y pusieron en marcha la hoja de ruta del procés. Tras afirmar que se dan “prácticamente todas las condiciones” para considerar que se han cometido delitos de sedición y de malversación de caudales públicos, González afirmó en una entrevista en la Cadena Ser que la rebelión es “un delito difícilmente probable”.
González aseguró que él habría sido partidario de aplicar el artículo 155 de la Constitución para parar la consulta soberanista de Catalunya del 9 de noviembre de 2014. Eso sí, puntualizó que en una versión “más restrictiva” que la que está vigente en la actualidad. En su opinión, entonces quizás hubiera bastado con suspender en sus funciones al entonces president de la Generalitat, Artur Mas.
El expresidente y exlíder del PSOE señaló que, en general, la prisión preventiva es una medida que a él no le gusta. Y aunque reconoce que al juez del Supremo Pablo Llarena que instruye la causa “se lo están poniendo muy difícil” para que ponga a los presos del procés en libertad, admite que él estaría más cómodo si fueran liberados.
A su juicio, la insistencia del entorno de Puigdemont en llevar adelante una investidura a distancia pone de manifiesto un “propósito de no respetar la legalidad estatutaria”. Según González, las investiduras a distancia no existen en ninguna parte del mundo. “¿Podríamos proponer que un elefante fuera presidente porque no lo impide el reglamento?”, ironizó. - E.P.