BILBAO - Alrededor de 95.000 personas, según los convocantes, se manifestaron ayer en Bilbao en favor de los derechos de los presos de ETA congregados por la plataforma Sare, en un ambiente festivo y optimista tras la noticia de que el Gobierno francés acercará a los reclusos a prisiones cercanas al País Vasco francés. Así, bajo el lema Estamos preparados: derechos humanos, soluciones, paz; los asistentes reclamaron cambios en la política penitenciaria y que el Estado español emule la estrategia de acercamiento de Francia.

La noticia de que el Ejecutivo de Macron trasladará a los presos de la organización armada a las prisiones de Mont de Marsan y Lannemezan marcó profundamente el transcurso de la jornada reivindicativa y era el principal tema de conversación en los corrillos de gente que aguardaban en la plaza de La Casilla a que diera comienzo la marcha. La lluvia no dio tregua y provocó que las habituales ikurriñas y esteladas se vieran sustituidas por una auténtica marea de paraguas.

De esta manera, la marcha se encaminó bajo el chaparrón por la calle Autonomía sobre las 17.40 horas, diez minutos más tarde de lo previsto inicialmente. Abrían la marcha furgonetas con los nombres de diversas prisiones de los Estados español y francés, junto a familiares de reclusos de ETA. Mientras tanto, a ambos lados de la calle voluntarios de Sare se afanaban en recaudar donativos. Nada más ponerse en marcha la cabeza de la manifestación ya comenzaron a escucharse las habituales consignas de Euskal presoak etxera y los gritos reclamando la amnistía y el fin de la política de dispersión.

La pancarta la portaron Nahikari Otaegi, expresa de ETA; Peru del Hoyo, hijo del recluso Kepa del Hoyo fallecido el pasado año por un infarto en prisión; Asun Lasa, hermana de una víctima del GAL; el profesor universitario Iñaki Lasagabaster; la portavoz del Foro Social, Anais Funosas; y el escritor Kirmen Uribe. También estuvieron en la primera fila Xavi Sànchez, hermano del presidente de la ANC encarcelado Jordi Sànchez; y el catedrático Ramón Zallo.

Un poco más atrás marcharon numerosos representantes políticos y sindicales. Sobre todo acudieron representantes de EH Bildu como su líder, Arnaldo Otegi, el parlamentario Pello Urizar y el abogado y fundado de Aralar, Patxi Zabaleta. Junto a ellos compartían confidencias dos destacados nombres de la política catalana: Joan Tardà, portavoz de ERC en el Congreso, y David Fernández, antiguo portavoz de la CUP en el Parlament. Por parte de los sindicatos, estuvieron presentes los secretarios generales de LAB y ELA, Garbiñe Aranburu y Txiki Muñoz.

Por su parte, PNV, PSE y Podemos decidieron no participar en la marcha. Los jeltzales siguen dolidos por el trato que recibieron en la convocatoria del año 2014, cuando sus representantes fueron increpados por algunos manifestantes. Podemos Euskadi tampoco secundó la manifestación aunque dio libertad de asistencia a sus militantes. Sí la respaldó abiertamente el sector anticapitalista de la formación morada. De cualquier manera, estuvo presente a título individual el secretario general, Lander Martínez.

Minutos antes del inicio de la marcha, se congregaron en el kiosko de La Casilla algunos de los convocantes y de los representantes políticos y mostraron su agrado por la decisión del Gobierno de Francia. Según dijo Arnaldo Otegi, todas las fuerzas políticas del País Vasco francés, “excepto el Frente Nacional”, han sido “capaces de ponerse de acuerdo y abrir una vía de interlocución” con el Ejecutivo de Macron. El líder de EH Bildu cree que es un ejemplo para que en la CAV “seamos capaces de ponernos de acuerdo todas las fuerzas sociales y sindicales, probablemente a excepción del PP”, al que acusó de practicar el “chantaje” con su política penitenciaria.

poner fin a la dispersión La marcha concluyó sobre las 19 horas en el Ayuntamiento de Bilbao, donde leyeron un comunicado el presentador Kike Amonarriz y la exdirigente socialista Beatriz Talegón, seguramente el nombre más llamativo de las personalidades que secundaron la marcha. El manifiesto, que recordó también a los encarcelados por el procés, llamó a acabar definitivamente con las políticas de dispersión e instó a la ciudadanía a presionar a las instituciones para provocar cambios en materia penitenciaria. “Los gobiernos no se mueven si la sociedad civil no los empuja”, expresó.