barcelona - El president destituido Carles Puigdemont y el exvicepresident Oriol Junqueras presentaron ayer en el Parlament las credenciales necesarias para ejercer como diputados la próxima legislatura, a escasos días de que se constituya el pleno, el próximo 17 de enero. Con este paso, queda en riesgo la mayoría independentista, ya que no está claro si Puigdemont regresará o si Junqueras podrá realizar vida parlamentaria al estar en prisión. Además, Toni Comín, exconseller de ERC que se encuentra en Bruselas, también entregó sus credenciales pero por el momento permanece en el país belga, con lo que el equilibrio parlamentario entre independentistas y unionistas en las primeras sesiones de la Cámara se presenta incierto.
Si en la sesión inaugural del 17 no están presentes ni Puigdemont, ni Comín, ni los encarcelados -Junqueras, Forn y Sànchez-; los independentistas no se aseguran el control de la Mesa del Parlament, órgano que se antoja clave en la investidura. Sin embargo, tampoco parece que por el momento exista una alternativa unionista con posibilidades de presidir la Mesa, ya que ayer Ciudadanos dio por imposible que lo logre su candidato, José María Espejo-Saavedra. La formación naranja echa la culpa de ello a los comunes, que a su juicio les han dado un “portazo”.
De cualquier manera, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras ya están tramitando su acta de diputados, pese a que ninguno de los dos tiene asegurado el poder asistir a los plenos. Lo mismo ocurre con Toni Comín. La presencia de Junqueras en el Parlamento dependerá de que le autorice la Justicia española -al igual que Joaquim Forn y Jordi Sànchez-, mientras que Puigdemont y Comín serán arrestados con toda probabilidad si regresan a Catalunya. Los que por el momento no han presentado sus credenciales son los exconsellers Lluís Puig y Clara Ponsatí, ambos en Bruselas. Sin embargo, según señalan desde Junts per Catalunya, no significa que vayan a renunciar a sus actas de parlamentario, ya que disponen de plazo hasta el día 17 para tramitarlas.
En medio de este endiablado escenario, Carles Puigdemont ha convocado este viernes en Bruselas a los diputados que obtuvo su candidatura el 21-D, para abordar el funcionamiento interno, la estructura del grupo y, sobre todo, la composición de la Mesa del Parlament.
La intención de JuntsxCat es que un miembro de Esquerra presida este órgano, presumiblemente Carme Forcadell -más si cabe tras la renuncia al escaño de Carles Mundó, que era el otro nombre que sonaba con fuerza-, para luego proceder a una investidura telemática de Puigdemont. Aunque, claro está, todo depende de si los independentistas logran conservar su mayoría a la hora de constituir la Mesa. Si no, se verán obligados a cambiar de planes.
erc duda Por su parte, Carme Forcadell ni siquiera ha decidido si quiere volver al frente de la Mesa de la Cámara, ya que pesan sobre ella numerosas causas en el Tribunal Supremo, que podrían incrementarse si repite en el cargo. Además, en ERC observan con recelo la estrategia que está siguiendo la lista del president cesado. Aunque aseguran que su única opción es investir a Carles Puigdemont, ven incierta la fórmula de la investidura telemática -consideran que son los letrados del Parlament los que deben decidir la viabilidad de esta opción- y se niegan a que Puigdemont ejerza desde Bruselas la presidencia de la Generalitat. Le reclaman que cumpla con lo prometido y regrese.