1.- En 2018, vamos a continuar ejerciendo nuestras responsabilidades. Gobernamos en las principales instituciones del país, en ayuntamientos, diputaciones y Gobierno vasco y esto supone una responsabilidad muy grande. En todos estos ámbitos, los socialistas vascos hemos conseguido una estabilidad que siempre es un valor en la gestión de lo público, pero que por encima de todo nos sirve para que la política vasca se centre en las verdaderas preocupaciones de la gente.
2.- Los socialistas vascos tenemos confianza en que se pueda avanzar
en los trabajos de la Ponencia de Autogobierno. Va a depender en buena medida de la disposición de todas las formaciones políticas y de nuestra capacidad para concretar en qué terreno podemos ponernos de acuerdo. Veo muchas posibilidades de conseguir los dos objetivos prioritarios: un Estatuto más fuerte en lo social y que sea viable legalmente. Esto es lo que nos pide una mayoría de la ciudadanía vasca. A la hora de buscar acuerdos, queremos contar con partidos como el PNV, con el que compartimos responsabilidades institucionales ahora y con el que hemos construido el autogobierno en estos 40 años, y lo vamos a hacer también con los que se excluyeron entonces o los que estuvieron empeñados en destruirlo en el pasado.
3.- La disolución de ETA depende de ETA. Todo el mundo sabe, también los presos, qué consecuencias tendría que pudiéramos dar por cerrada esta etapa terrible para todos y especialmente dolorosa para las víctimas. Y la situación de los presos de ETA depende de los presos. Nosotros nos venimos manifestando a favor de una política penitenciaria, no ya acorde con la realidad, sino acorde con el principio constitucional de la reinserción, desde 2011, por no remontarnos más. Y lo hicimos en una situación mucho más complicada y cuando teníamos responsabilidades de gobierno en Euskadi.
4.- La estabilidad que tenemos en las instituciones abre nuevas oportunidades, como afrontar las reformas de Lanbide, la de la RGI, de la radiotelevisión pública, el desarrollo del derecho subjetivo de vivienda? También el imprescindible pacto educativo porque el futuro de Euskadi se está jugando en nuestras escuelas, en los conocimientos y en las habilidades de los alumnos, con la escuela pública como eje. En materia económica y de empleo, queda trabajo. No vamos a dar por cerrada la crisis porque tenemos el reto de reducir las tasas de paro y crear empleo de calidad. Nos queda atajar la brecha salarial entre hombres y mujeres. Toca que la recuperación económica se vea acompañada por la recuperación social de quienes han quedado atrás.