BARCELONA - Junts per Catalunya (JxCat) descarta llegar a un acuerdo parlamentario que implique conceder a Ciudadanos la presidencia del Parlament catalán, según han explicado a Efe fuentes de la candidatura del president de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont. Ésta es la respuesta inmediata a las declaraciones del portavoz parlamentario de la formación naranja en Catalunya, Carlos Carrizosa, quien ha declarado este fin de semana festivo que su formación ha mantenido contactos con la lista liderada por Puigdemont y con el PSC de cara a la sesión constitutiva del Parlament, que se celebrará el 17 de enero y en la que habrá que elegir la nueva Mesa de la Cámara catalana.
Ciudadanos aspira a asumir la presidencia del Parlament, para que esta institución pueda ejercer de “contrapeso democrático” de un futuro Govern en manos independentistas, según argumentó Carrizosa. Esgrime para ello la circunstancia de haber sido el partido más votado y el que más representación parlamentaria ha obtenido en los comicios del 21 de diciembre. Sin embargo, y tras los contactos mantenidos hasta ahora, JxCat no contempla la posibilidad de facilitar con sus votos que la presidencia del Parlament recaiga en Ciudadanos.
Según fuentes de la candidatura de Puigdemont, aunque Inés Arrimadas y su equipo llegasen a formalizar una propuesta de pacto, “JxCat no prevé que Ciudadanos tenga la presidencia del Parlament en ningún caso ni circunstancia, porque los independentistas han ganado las elecciones”. La suma de votos y de escaños de JxCat, ERC y la CUP supera claramente al bloque formado por Ciudadanos, PSC y PP, si bien estas diferencias son más exiguas si se incluyesen en este bloque a los comunes de Xavier Domènech y Ada Colau.
Carrizosa considera que si Ciudadanos asumiese la presidencia del Parlament merced a “un pacto democrático con el resto de partidos” con representación parlamentaria, “cabe suponer que sería una presidencia estable y aceptada por todos”. “No hemos hablado de nombres, pero sí hemos dejado constancia de que si, pese a nuestra mayoría en votos y en escaños, no podemos formar gobierno, sería sano democráticamente que el Parlament, que es el órgano que tiene que controlar al Govern, estuviera presidido por la fuerza más votada”, remarcó Carrizosa.
Pero este anhelo choca con las intenciones del independentismo catalán cuyos planes van por otros derroteros. Así, desde los cuarteles generales de Junts per Catalunya argumentan para no ceder a Arrimadas la presidencia del Parlament que “el pueblo catalán ha votado que Ciudadanos esté en la oposición en todos los aspectos, y esto incluye también los órganos parlamentarios”.
El bloque independentista explora las vías para permitir la elección telemática de Puigdemont, si finalmente este decidiera no volver a Catalunya. Con la ley y el reglamento del Parlament actuales, el president destituido solo podría ser investido si regresara al Estado español, en cuyo caso probablemente sería detenido en aplicación de las órdenes cursadas por el Tribunal Supremo que le atribuye delitos de rebelión y sedición, entre otros. JxCat ya ha anunciado que no descarta una investidura telemática, esto es, que Puigdemont pronuncie por videoconferencia su discurso en el Parlament catalán.
Sin embargo, el reglamento del legislativo catalán no prevé esa posibilidad ni la de un voto que no sea presencial, salvo caso de fuerza mayor. Solo puede delegar el voto en caso de baja maternal o paternal, hospitalización, enfermedad grave o incapacidad prolongada. Es por eso que una eventual investidura virtual pasa necesariamente por un cambio del reglamento del Parlament que sería muy complicado si Ciudadanos presidiera la Mesa de la Cámara.
INVESTIDURA virtual En todo caso, puede darse el caso de que ni siquiera se llegue a ese extremo, ya que el independentismo podría intentar que sea la actual Diputación Permanente del Parlament la que apruebe el cambio de reglamento para amparar las votaciones a distancia (la de Puigdemont y las de los cuatro consellers que marcharon con él a Bruselas, así como las de los también candidatos Oriol Junqueras y Jordi Sánchez, encarcelados en Estremera). En este órgano transitorio hasta la formación de la nueva Cámara está presidido por Carme Forcadell y tiene mayoría independentista. La semana pasada ya aprobó con la misma mayoría la presentación del recurso contra el artículo 155 ante el Tribunal Constitucional.
Por otra parte, Puigdemont pidió ayer la puesta en libertad “sin más dilaciones” de los consellers destituidos y los líderes de las entidades independentistas ANC y Òmnium Cultural que están encarcelados (Jordi Sánchez y Jordi Cuixart), a los que vuelve a calificar de “presos políticos”. En su cuenta de Twitter, el president cesado dejó escrito que “en España hay presos políticos por defender sus ideas”. Cuando se cumplen tres meses del referéndum del 1-O, que fue suspendido por el Tribunal Constitucional, en el tuit agradece “la valentía de tantos para hacer realidad el sueño de la República catalana”. - DNA