bruselas - Carles Puigdemont confirmó ayer lo que ya se venía intuyendo desde los resultados electorales: quiere volver a Catalunya “lo antes posible” para presentarse a la investidura. Y, en esa tesitura, pide que sea el rey Felipe VI el que comience la “rectificación” en el mensaje de Navidad de esta noche, ya que “se equivocó gravemente porque prefirió ser el monarca del 155 y del Gobierno español, que no el jefe de Estado”.

En una entrevista con la agencia Reuters, Puigdemont afirma que el monarca debe ahora formar parte del diálogo, ya que en el pasado la monarquía “se ha autoexcluido de una solución”. Por ello, insta al jefe de Estado a que facilite que pueda ser reelegido al frente de la Generalitat. “Yo soy el presidente del Gobierno regional y seguiré siéndolo si el Estado español respeta los resultados de las elecciones”, argumentó. En esa línea, el president cesado muestra su disposición a regresar a Catalunya para ser investido nuevamente y apunta que, si no se le permite tomar posesión de su cargo, esto supondría una anomalía democrática. “Si no se me permite jurar como president, sería una anormalidad para el sistema democrático español”.

Las declaraciones de Carles Puigdemont se producen tras el gesto tímido de Mariano Rajoy del pasado viernes, cuando prometió diálogo a quien sea investido president, siempre que el futuro Govern se desmarque del procés, renuncie a las vías unilaterales y “no se sitúe por encima de la ley”. El president cesado, por su parte, ha seguido estos días tendiendo la mano a Rajoy para sentarse a hablar e iniciar una nueva etapa de conversaciones que destensen las relaciones entre el Ejecutivo español y los independentistas. Puigdemont incluso ha ofrecido al presidente del Gobierno una reunión sin demora en Bruselas o en Moncloa si hay garantías.

Carles Puigdemont insiste en que sería una “contradicción” que pueda presentarse a unas elecciones pidiendo la independencia de Catalunya y después ir a la cárcel por cumplir su programa electoral. Asimismo, se muestra dispuesto a defender en todo momento la Generalitat como institución “y el mandato de las urnas de los catalanes”, cosa que a su juicio no podría haber hecho desde prisión y sí desde Bruselas, donde viajó tras ser destituido.

El president destituido cree que su regreso a Catalunya sería una noticia positiva para el conjunto de España y para la democracia. A su juicio, supondría que se restituye “la legalidad democrática que el Gobierno español ha interrumpido”. Finalmente, Puigdemont expresó su deseo de estar presente en la sesión inicial del nuevo Parlament, que tendrá lugar antes del 20 de enero. “Sería lo natural que estuviera”, zanjó.

el único candidato posible La candidatura de Junts per Catalunya, por su parte, no se plantea ningún otro candidato a ser investido president de la Generalitat que Carles Puigdemont. Así lo confirmó ayer la jefa de campaña y candidata por Barcelona, Elsa Artadi, que también se descartó ella misma como posible presidenciable, ya que su nombre había sonado como alternativa a Puigdemont.

“Todas nuestras opciones pasan por el president Carles Puigdemont. Derrotar el 155 pasa por restituir la situación de antes de su aplicación”, señaló Artadi en una entrevista en RAC 1, que sin embargo admitió que existen incógnitas sobre si Puigdemont podría ser investido. Sobre esto, pidió calma: “No nos podemos precipitar ahora, no podemos avanzar cosas que no tenemos resueltas. Contemplamos todos los escenarios”.