gasteiz - El Parlamento Vasco aprobó ayer definitivamente los Presupuestos vascos para 2018 gracias a un acuerdo del Gobierno de PNV y PSE con el PP que se prolonga ya por segundo año consecutivo y que agranda una brecha que amenaza con extenderse durante toda la legislatura con Elkarrekin Podemos y con EH Bildu. “Van a estar cronificados en la oposición”, les advertía la parlamentaria del PNV Josune Gorospe, quien censuraba que la coalición soberanista reclame un veto a PP y a PSE pese a votar junto a los conservadores diversas iniciativas parlamentarias. “Transmutan los vicios en virtudes y las virtudes en vicios”, reprochó la parlamentaria jeltzale a EH Bildu, pues a su juicio el partido soberanista ha realizado con su posición un ejercicio de “alquimia moral”.
A Elkarrekin Podemos, por su parte, le afeó haber tenido la posibilidad de llegar a un acuerdo rechazado “porque no les ha interesado”. “Quienes tendrán que dar explicaciones serán ustedes”, afirmó Gorospe, que justificó así el apoyo “del partido que menos representación tiene en Euskadi”. “Es verdad -añadió-, nosotros necesitamos un voto o una abstención, ni siquiera tenían que haber apoyado los Presupuestos”.
En cuanto a EH Bildu, sus críticas al pacto entre el Gobierno y el PP se han recrudecido este otoño a cuenta de una crisis catalana que ayer salió a relucir en varias ocasiones a lo largo de un Pleno no exento de tensión, pero sin llegar la crispación por cuanto el resultado del mismo era conocido desde hace semanas. Leire Pinedo, parlamentara soberanista, recriminaba al PNV haber hecho una “subasta” con los Presupuestos para elegir “la oferta más baja”, la de quien “solo cree en el proyecto de España, los del 155”. También afeó a los socialistas que presenten este acuerdo como “lo mejor” cuando “se han saltado su reforma fiscal”. Se refería Pinedo al pacto por el que el tipo nominal del Impuesto de Sociedades bajará al 24% y que desechó el acuerdo previo alcanzado entre PNV y PSE.
El propio Antón Damborenea, parlamentario del PP, reconocía que dicha rebaja impositiva ha sido la razón por la que sus ocho parlamentarios se abstuvieron en la votación de ayer. “Es evidente que no es por las enmiendas -que apenas suman 30 millones de euros- por lo que nosotros hemos llegado al acuerdo con el Gobierno Vasco para que este año 2018 tengamos presupuestos”, afirmaba Damborenea, que pese a su apoyo a las Cuentas del gabinete de Iñigo Urkullu no ahorraba críticas al Ejecutivo. “No es nuestro Presupuesto porque no nos gusta”, afirmaba el representante popular, que apelaba al gasto corriente, a la “sobrefinanciación del euskera o la ETB, o las seudoembajadas” para sustentar sus críticas. El PP, dijo reclama para 2018 “las reformas que necesita este país, y nosotros venimos demandando desde hace tiempo”. Dichas reformas estarían dirigidas a las familias, al sistema de ayudas sociales y a la Educación. El PP quiere profundizar en esos aspectos y emplaza para ello a un Gobierno que “sin rumbo”.
De ese ejecutivo en minoría forma parte un PSE que ayer defendió su capacidad para “ir tejiendo alianzas e ir incorporando a su programa las mejoras que se le ofrecen desde la oposición”. Alexia Castelo, parlamentaria socialista, señalaba en ese sentido que el pacto fue ofrecido “a los tres grupos de la oposición sin apriorismos”, y mientras EH Bildu “decidió desde el principio no acordar porque lo que pretendía era presentar una moción de censura encubierta al actual Gobierno y expulsarnos a nosotros”, el PP “aprovechó su oportunidad para influir”. “Menos acomplejado” ha visto Castelo a Elkarrekin Podemos, aunque finalmente no haya respaldado el Presupuesto.
Desde la coalición morada, Jon Hernández mostraba su oposición a “estos Presupuestos y al precio que PNV y PSE han pagado al PP, una reforma fiscal de derechas”, y Julen Bollain censuraba por su parte las partidas reservadas para colegios concertados, las subvenciones nominativas, o el mantenimiento de los sueldos de los altos cargos que contemplan las Cuentas mientras “la lluvia de millones del Cupo no llega a las comarcas que peor lo están pasando”. Bollain fue también muy crítico, específicamente, con el PSE. “Lleva muchos meses callando, tragando sapos sin rechistar y, como dice el refrán, el que calla otorga”, aseguró.
las enmiendas del pp El gabinete de Urkullu iniciará el año con un Presupuesto sobre la mesa que asciende a 11.486 millones de euros, casi 427 millones más que en el presente ejercicio, lo que supone un incremento del 3,9%. En cuanto a la aportación del PP, sus enmiendas van dirigidas a elevar la inversión en centros de salud y los conciertos sanitarios (5 millones de euros), aumentar las ayudas a familias con hijos y a la conciliación (5,5 millones), o mejorar la F.P. dual, los conciertos educativos y ayudar a los institutos con alumnos inmigrantes (otros 5 millones). Los populares también han introducido enmiendas para fomentar el empleo juvenil o mejorar la justicia gratuita.