barcelona - El ex primer ministro francés Manuel Valls visitó ayer su localidad natal, Barcelona, para participar en dos actos, organizados por el PPC y Ciutadans. Su irrupción en la campaña de las autonómicas del 21-D sirvió para que lanzara un aviso advirtiendo de que el “nacionalismo es guerra” , a la par que clamaba por la unidad de una España que es garante de democracia y del Estado de derecho. “Cuando eres europeo, vas a defender al Estado de derecho, no un gobierno, no una mayoría en el parlamento, sino un Estado-nación”, afirmó.
Valls participó en un desayuno-coloquio del PP catalán por la mañana junto al candidato Xavier García Albiol y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. “España no es una dictadura y el Gobierno no es franquista”, certificó, para pasar a calificar como vital el papel del Estado español en la construcción europea en un momento en que “Europa se está jugando el futuro”. “Yo pensaba que era importante que los dirigentes europeos estuvieran al lado de España y de los que piensan que el destino de Cataluña siempre ha sido una identidad fuerte. Que ha de ser siempre muy catalana, en España y en Europa”, resumió. Frente a las críticas del independentismo a la Constitución, defendió la Carta Magna como “una de las más democráticas del mundo” y se mostró de acuerdo con la aplicación del artículo 155 con el que se cesó al Govern de la Generalitat y se convocaron elecciones.
Al mediodía, y en el acto internacional organizado por Ciutadans en el que estuvo junto a la candidata, Inés Arrimadas; el líder de la formación naranja, Albert Rivera, y el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, Valls siguió profundizando en sus argumentos en favor del bloque unionista afirmando que Catalunya podría “abrir la puerta, la brecha, a todos los nacionalismos” de la Unión Europea. Da paso ensalzó a Arrimadas, que puede ser la figura que lance un “fuerte mensaje de optimismo”. El ex primer ministro galo también se reunió con el candidato del PSC, Miquel Iceta. - Efe