parís - Cuatro miembros de ETA reclamaron ayer ante el Tribunal de los Criminal de París que el Gobierno francés se desmarque de las “posiciones antidemocráticas” que mantiene el Gobierno español y adopte una posición similar a la mantenida el pasado mes de abril cuando París no interfirió en el proceso de desarme de la banda, un hecho en el que jugaron un importante papel los denominados Artesanos de la paz.

Los miembros de ETA Izaskun Lesaka, Arkaitz Agirregabiria, Josu Urbieta y Xabier Goienetxea, que comparecieron ante el tribunal parisino tras haber recurrido las condenas por su implicación en el asesinato en 2010 del policía francés Jean-Serge Nèrin, última víctima mortal de la banda, realizaron un alegato eminentemente político. En un texto leído en nombre de los cuatro por Goienetxea, afirmaron que siempre se les dijo que “sin la violencia todo era posible”, incluido el derecho de autodeterminación, pero denunciaron que el “proceso pacífico y democrático” que han emprendido los independentistas catalanes ha recibido del Gobierno de España la “única” respuesta que éste “entiende para la resolución de conflictos: la violencia y la imposición”.

En su llamamiento a las autoridades francesas, aseguraron que “la determinación” de ETA ha conseguido “agrietar la posición común de los dos Estados” -español y francés-, puesto que sin “la aprobación de alguna forma” de París no se podría haber llevado a cabo el desarme unilateral de la banda el 8 de abril.

Además, tildaron de “irresponsables” las decisiones de España y Francia de no negociar con ETA ese desarme porque “perpetúan el conflicto político y podrían, contra nuestra voluntad, ser el germen de futuros conflictos”. Asimismo, aseguraron que no van a abandonar su “camino de la resolución” de lo que califican de un “conflicto político que no empezó con ETA y no acabará con su desaparición”.

Condolencias En otro comunicado, en esta ocasión leído por Izaskun Lesaka, ETA daba su pésame a los familiares del brigadier Jean-Serge Nèrin. “Queremos manifestar todas nuestras condolencias a la familia”, aseguró Lesaka en una sala en la que estaban presentes algunos de los familiares del policía asesinado, que, a preguntas de la prensa, no quisieron responder a las palabras de la militante de ETA.

Nèrin murió por los tiros de los militantes de ETA el 16 de marzo de 2010 en Villiers en Bière, a una cincuentena de kilómetros al sur de París, poco después de que un comando de la banda robara varios coches en un concesionario próximo. Según señaló Izaskun Lesaka, aquella muerte supuso un “grave daño humano” -la muerte de Nèrin- por lo que, decía el comunicado, “queremos manifestar públicamente que lamentamos sinceramente aquella muerte y queremos mostrar nuestro pésame a sus familiares”. Además, la militante de ETA señaló que esta muerte supuso un grave perjuicio político, “porque podía restar credibilidad al esfuerzo por la paz emprendido”.

El Tribunal de lo Criminal de París les impuso las mismas penas que en el proceso celebrado en primera instancia hace dos años, y en el que también hubo otros dos miembros de ETA condenados que no recurrieron, entre ellos Mikel Karrera Sarobe, Ata, condenado a cadena perpetua. La pena más elevada, 25 años de prisión, fue de nuevo para Arkaitz Aguirregabiria. Además, los jueces sentenciaron a 16 años a Josu Urbieta Alkorta y a 14 años tanto a Izaskun Lesaka como a Xabier Goienetxea.