barcelona - El president cesado, Carles Puigdemont, volvió a participar ayer en la campaña de JxCat por videoconferencia, y de nuevo cargó contra la aplicación del artículo 155 por parte del Estado, que ha arrasado el autogobierno catalán. La novedad en su discurso vino de la alusión, casi personal y en tono muy duro, al PSC y a su líder Miquel Iceta. Al candidato socialista lo acusó de presentarse como la cara amable del 155, cuando esa faceta no ocultaría su responsabilidad en la aplicación de este artículo por el apoyo del socialismo a Mariano Rajoy. Iceta es el único candidato del constitucionalismo que se presenta con una lista integradora y de perfil más transversal, con exrepresentantes de Unió, y con una propuesta de hacienda federal a modo de guiño hacia el pacto fiscal que propuso Artur Mas en 2012. Puigdemont cree que los socialistas no pueden maquillar su papel crucial en la suspensión del autogobierno catalán. Además, en este contexto, ayer mismo el diario Ara publicó una entrevista con el president cesado en la que no ve ninguna opción de acordar una tercera vía con un Estado que no quiere ser reformado.
En un acto celebrado en el Teatre Amistat de Mollerussa, en Lleida, Puigdemont acusó al líder del PSC, Miquel Iceta, de “hacer trampas” al pretender ser una “cara amable del 155”. También le recriminó que baile en campaña mientras otros lo pasan mal, en alusión a los miembros del Govern y los líderes de la ANC y Òmnium que están en la cárcel. Al PSC lo calificó de “portero” que abrió las puertas al artículo 155. Además, vaticinó que la aplicación de este artículo, que ha provocado la suspensión del autogobierno y el cese de todo el Govern, será un “juego de niños” en comparación con las actuaciones que desplegaría un gobierno formado por C’s, PSC y PP.
El president exiliado en Bruselas se refirió a los partidos constitucionalistas como el “tripartito del 155” y, sobre todo, aludió al candidato del PSC. Según dijo, Iceta hace trampa y trata de presentarse como una cara amable, cuando solo hay “un 155 malo”, y otro “más malo”, que sería el Govern de Ciudadanos, PSC y PP tras las elecciones del día 21.
“Lo que hemos visto hasta ahora será solo un juego de niños comparado con lo que nos espera si el tripartito del 155 gobierna”, avisó. A juicio del president cesado, ese gabinete sería un gobierno “Frankenstein” que no hace “presagiar nada bueno”. “Catalunya no podrá progresar con los que son vanguardistas del retroceso”, dijo. En plena polémica por la devolución de los bienes de Sijena, Puigdemont también dijo que no se va a creer las “lágrimas de cocodrilo” de los socialistas catalanes, entre ellos el alcalde de Lleida, Àngel Ros.
la vía reformista En una entrevista en Ara, Carles Puigdemont negó que exista una tercera vía entre el independentismo y la situación actual, y dijo que “el Estado no quiere ser reformado”. “La fantasía más grande que ha habido en el imaginario político ha sido la tercera vía. Cuando alguien dice tercera vía, está diciendo la España que veis ahora”, interpretó. “Nos hemos equivocado inflando el globo de la tercera vía, en lugar de reconocer que era un eufemismo. Es una pura fantasía. El Estado no quiere ser reformado”, concluyó.