vitoria - El colapso del sistema de financiación autonómica en España ha situado al Cupo vasco en la diana de todos los dardos procedentes de las comunidades autónomas cuyas finanzas, salvo alguna excepción, hacen aguas desde hace tiempo. Estos territorios, con Andalucía, las dos Castillas, Valencia y Galicia a la cabeza, se quejan de un modelo de financiación caduco en el que asumen cada vez más competencias, mientras su capacidad de recaudación fiscal sigue siendo limitada y utilizan a las dos comunidades autónomas vascas como arma arrojadiza de sus males.

Esta situación desemboca en las comunidades de régimen fiscal común a una financiación por habitante cada vez más baja en relación con las dos de régimen foral, esto es, la CAV y Nafarroa, cuya relación fiscal con el Estado está regulada en base al Concierto económico y al Convenio, respectivamente. Estas dos autonomías pagan al Estado una cantidad acordada entre ambas partes por las competencias no transferidas en con concepto de Cupo (la CAV) y Aportación (Nafarroa), el 6,24% y el 1,6% del PIB respectivamente. Asimismo, aportan ese mismo porcentaje al Fondo de Compensación Interterritorial, conocido como fondo de solidaridad.

En las últimas semanas se ha avivado el coro de voces que sitúa al Cupo vasco (y a la Aportación navarra) como responsable de la escasez en la financiación de las autonomías de régimen común. Los partidos politicos españoles, salvo Ciudadanos, se cuidan mucho de criticar el Concierto debido a su anclaje en la Constitución, pero el Cupo no corre la misma suerte y se ha convertido en el pimpampum de la clase política española. Además del partido liderado por Albert Rivera, PP, PSOE y Compromís utilizan al Cupo como chivo expiatorio para esconder sus problemas de financiación y reclamar un cambio del modelo.

Los presidentes autonómicos de Andalucía, Castilla La Mancha y Asturias, Susana Díaz, Emiliano García Page y Javier Fernández, los tres del PSOE; Castilla y León, Galicia y La Rioja, Juan Vicente Herrera, Alberto Núñez Feijóo y José Ignacio Ceniceros; y la vicepresidenta de la Comunidad valenciana, Mónica Oltra, de Compromís, han reiterado sus reproches al Cupo al calor del debate suscitado con el emplazamiento esta semana del lehendakari Iñigo Urkullu instándoles a que asuman el sistema del Cupo para dar solución a sus problemas de financiación.

Urkullu les propone usar el modelo vasco como una “referencia” para avanzar “en un nuevo sistema descentralizado” en el que los ingresos garanticen el Estado de bienestar en todas las comunidades. Sostiene que la corresponsabilidad fiscal puede servir como base para lograr una financiación autonómica más eficiente y recuerda que se trata de un modelo de riesgo unilateral, es decir, que ingresa para luego gastar en la medida de lo que logra recaudar, a diferencia de las autonomías de régimen común, a las que el Estado termina pagando la deuda que dejan, lo que ayer gráficamente Aitor Esteban (PNV) describió con un “que pague papá Estado”. La presión fiscal media en Euskadi ha sido siempre superior a la española desde el año 1981 y hoy lo sigue siendo en más de tres puntos.

Las comunidades autónomas del Estado volvieron a aumentar su dependencia de la financiación de la Administración Central el año pasado, pasando el porcentaje de su deuda total en poder del Estado desde el 47,7% de 2015 al 53,7%, siendo Murcia, la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha las regiones con mayor dependencia de financiación estatal el año pasado.

En números absolutos es Catalunya la autonomía con una mayor deuda al Estado, al que debe 52.000 millones de euros, si bien el Govern catalán no ha lanzado ningún reproche al Cupo ya que están “en otra pantalla”, esto es, en la de la independencia. Le sigue la Comunidad valenciana, con 35.000 millones de deuda solo al Estado, por delante de Andalucía con 24.000 millones.

La deuda del resto de las comunidades es inferior a los 11.000 millones (el presupuesto de este año de la CAV ronda esa cifra). Los expertos coinciden en que estas regiones nunca llegarán a pagar esa deuda al Estado que en total supera los 220.000 millones de euros. Además, Galicia, Andalucía y Castilla y León son las autonomías que más dinero en inversiones han recibido del Estado el año pasado. La Comunidad Autónoma Vasca y Nafarroa le deben cero euros al Estado.

CCAA de régimen común. Las comunidades autónomas de régimen cómun (todas menos la la CAV y Nafarroa) deben al Estado alrededor de 220.000 millones de euros. Catalunya es la que más debe (52.000 millones); le sigue la Comunidad de Valencia, con 35.000 millones, y de Andalucía, con 24.000. Andalucía y Galicia son las que más dinero reciben del Estado en inversiones.

La CAV y Nafarroa. Las dos autonomías vascas deben cero euros al Estado y cuentan con un mayor gasto público por habitante, en virtud del Concierto y el Convenio, así como del Cupo y de la Aportación navarra.

cupo

1.300

millones de euros es lo que paga anualmente la CAV al Estado por las competencias no asumidas.