barcelona - El candidato de JuntsxCAT a presidir la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha pedido encarar las elecciones catalanas como “verdaderamente la segunda vuelta del 1-O”. El president del Govern cesado lo dijo desde Bélgica, durante una videoconferencia en directo emitida ayer en el acto de presentación de su candidatura en Sant Julià de Ramis (Girona), donde vive con su familia. Junto a una bandera catalana, una europea y el logo de su lista, reivindicó que el 1-O fue una victoria de los catalanes unidos contra el miedo y la violencia: “Dio a la historia de Catalunya una de las victorias más sentidas que recordaremos siempre”, y aseguró que eso ha atravesado fronteras.

Se refirió especialmente a las cargas policiales en la sede electoral del 1-O en Sant Julià de Ramis -donde estaba previsto que él fuera a votar, aunque pudo hacerlo en otra sede-, y añadió que le gustaría estar en su municipio con su familia. Para Puigdemont, en Sant Julià de Ramis “la dignidad de mucha gente dejó en evidencia ante todo el mundo la indignidad de la violencia del Estado”. El expresident considera que se mostró “la rabia de la potencia policial, pero también la impotencia política” del Gobierno central, al que acusó de demostrar autoritarismo con esa actuación policial.

Ante las elecciones, sostuvo que el espíritu del 1-O empuja a la esperanza del soberanismo y “ha obligado finalmente al Estado a asumir lo que sistemáticamente niega”: que las diferencias deben resolverse en las urnas en vez de hacerse en un tribunal y un consejo de ministros.

Puigdemont también envió un mensaje a los miles de personas que pidieron libertad para el vicepresident Oriol Junqueras y los otros siete exconsellers encarcelados durante el concierto de solidaridad organizado ayer por la (ANC). Alrededor de 50.000 personas se dieron cita en el estadio olímpico Lluís Companys de Barcelona con la intención de recordar a los encarcelados y de recaudar fondos para la caja de solidaridad.

ULTRAS CONTRA LA CUP Por otra parte, unas 300 personas se han concentrado este sábado ante la sede de la CUP para protegerla ante una concentración con el lema Por España me atrevo y que la número dos de los cuperos en la lista del 21-D, Maria Sirvent, calificó de “fascista”. La movilización, que agrupó a 50 personas según el Ayuntamiento de Barcelona, estaba convocada por la entidad Somatemps a través de un cartel difundido en las redes sociales en el que parece una caricatura de Anna Gabriel debajo de una ducha y el lema La calle ya no es vuestra.

Los Mossos d’Esquadra evitaron que las dos movilizaciones chocaran y para ello se valieron de un cordón policial y vallas, por lo que no hubo incidentes, aunque los dos grupos se increparon.

La CUP pidió a la Junta Electoral de Zona de Barcelona (JEZ) y al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que esta concentración fuera desautorizada para garantizar “el normal desarrollo” de la actividad política del partido, pero la denuncia fue rechazada, según la CUP.

Sirven criticó el doble rasero de la Junta Electoral porque “no ha dudado y ha corrido mucho a la hora de prohibir lazos amarillos y colores que representan libertad, pero se ha inhibido en el momento de prohibir manifestaciones fascistas ante nuestra sede”. - DNA