dice el refrán que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Pero antes del trueno, vemos el relámpago. Y convendría que nos fuéramos calzando las botas y ponernos chubasquero porque sí, viene tormenta. Me refiero al Conciierto Económico y al sistema de Cupo. No hace falta ser un avezado analista de la actualidad para presumir que esa mancha roja en el Congreso de Ciudadanos y Compromís, esos 36 votos contra las dos leyes, se extiende mucho más allá de lo que atienden esas dos siglas.

Para comprobarlo, bastaba con darse una vuelta por el dial español. Las principales cadenas de radio, de izquierda a derecha, sin exclusión recogían mayoritariamente opiniones contrarias al sistema concertado que rige nuestras relaciones económicas con el Estado. Vamos, que Albert Rivera ha hecho escuela a pesar de que sus argumentos son burdos, de eslogan populista, plagados de mentiras fácilmente comprobables pero con notable impacto mediático.

No se trata de un problema de comprensión sobre lo que significan Concierto y Cupo, aunque merezca la pena insistir en la pedagogía como forma eficaz de combate ante los ataques que se avecinan, sino de la propia configuración del Estado y la financiación autonómica. Lo sé, debería importarnos poco cómo se organizan el resto, pero resulta que mientras no arreglen el desaguisado no van a parar de lanzar cartuchos de dinamita contra el pilar fundamental de nuestro autogobierno. Más aún, contra nuestra manera de vivir y configurar la sociedad vasca, porque de eso estamos hablando, de nuestro sistema de protección social, de bienestar, de inversión en economía productiva, de redistribución mediante impuestos de la riqueza, etc. Es todo eso lo que está en juego.

Al calor del “procés” en Catalunya y el efecto rebote recentralizador, se han conjurado fuerzas diversas que tienen como objetivo una reforma constitucional que amenaza con llevarse por delante los derechos históricos hoy recogidos. Ciudadanos es la avanzadilla, pero esas fuerzas suman, como bien recordaba esta misma semana Pedro Luis Uriarte, sectores del PSOE identificados con las tesis de Susana Díaz (lean, por ejemplo, las declaraciones del presidente asturiano Javier Fernández) o los documentos que manejan en el PP los que beben de las fuentes ideológicas de la Fundación Faes.

Por eso, se hace indispensable la labor que el PSE y el PP vasco tienen por delante para tratar dentro de sus respectivos partidos de defender Concierto y Cupo. Y todos los demás deberíamos estar detrás, acompañando ese esfuerzo, y no escatimando apoyos por una disputa partidista a corto plazo. Nos jugamos demasiado.