GASTEIZ - Tras el acuerdo para la reforma fiscal suscrito entre PNV, PSE y PP, que traerá consigo la aprobación de los Presupuestos vascos para el próximo año, ayer el Gobierno de Iñigo Urkullu dio explicaciones en un Parlamento cuya ala izquierda ha acogido con disgusto la rebaja del 28% al 24% en el Impuesto de Sociedades. EH Bildu y Elkarrekin Podemos temen una merma en la recaudación y creen que el pacto ha sido una suerte de rendición ante la patronal, extremos que negaron tanto el diputado de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, como el propio lehendakari.
Ambos sostenían que aunque el tipo nominal del gravamen se reduzca en cuatro puntos, también se elevará el tipo mínimo y se reducirán o eliminarán diversas bonificaciones, con lo que el tipo efectivo acabará siendo “superior”, en palabras de Azpiazu. El Ejecutivo defiende que la recaudación incluso aumentará, y que la bajada del tipo nominal atraerá a más empresas a Euskadi, permitirá obtener mejores resultados a las compañías y por tanto entrará más dinero en las arcas de las diputaciones forales.
Según Azpiazu, el pacto firmado el pasado miércoles entre él mismo y el portavoz económico popular, Antón Damborenea, es “sólido, realista y positivo”, y aportará “estabilidad”, por cuanto trae consigo un Presupuesto para 2018; permite que las instituciones “sigan prestando los servicios públicos” y “facilita” la recuperación económica. Apeló además Azpiazu a las “expectativas positivas” que puede generar la rebaja impositiva, atrayendo a empresas a la CAV y generando por tanto empleo y actividad económica. El consejero vasco también rechazó que vaya a haber una “merma” en los ingresos de las diputaciones, sino todo lo contrario. Por tanto, finalmente la presión fiscal será “superior” a la actual.
Azpiazu respondía así a los parlamentarios de Elkarrekin Podemos Julen Bollain y de EH Bildu Leire Pinedo. Bollain afirmó que el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades es del 19,6%, una cifra que se sitúa “lejos” del 28% actual, y recordó que hace unos meses Azpiazu defendía aumentar la presión fiscal a las empresas. Ahora, dijo, ha “claudicado” ante las demandas de la patronal y del PP pese a que la presión fiscal real sobre las empresas es “escandalosamente baja”.
También Leire Pinedo recordó que hace unos meses Azpiazu hablaba de que había “margen” para subir la presión fiscal que se aplica a las empresas, y que el PSE había marcado la reducción del Impuesto de Sociedades como una “línea roja”. Finalmente, lamentó, ambos partidos han cerrado ahora un “apaño fiscal” con el PP que tan solo ha recibido el “aplauso” de la patronal.
El lehendakari Urkullu se pronunció también en torno a la reforma fiscal recién pactada, que calificó como “positiva”, en respuesta a la pregunta del portavoz de Elkarrekin Podemos Lander Martínez. El representante de la formación morada, que ha conseguido que se vaya a celebrar un pleno monográfico sobre fiscalidad en la Cámara, se preguntó “cómo es posible” que jeltzales y socialistas hayan pasado de plantear una reforma que “ponía de uñas a la patronal” a un acuerdo con el PP que Confebask “aplaude a rabiar”.