vitoria - La Ponencia sobre Memoria y Convivencia cerrará pasado mañana su ronda de comparecencias de víctimas del terrorismo y la violencia. Los últimos comparecientes serán Coral Rodríguez Fouz, sobrina de Humberto Fouz, secuestrado y asesinado presuntamente por ETA en uno de los crímenes nunca reivindicados por la organización; José Luis de la Cuesta, presidente del Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo; Andoitz Korta, hijo de Joxe Mari Korta, empresario asesinado por ETA; y Maider García Martín, hija de Juan Carlos García Goena, asesinado por los GAL.
Se da la circunstancia de que uno de los temas subsidiarios más destacados por los partidos dentro del capítulo de las víctimas es el de los atentados de ETA sin esclarecer, que producen una doble victimización a los afectados porque no han podido pasar página y cerrar sus heridas. Al margen de los 300 atentados de la organización que no han podido esclarecerse por la vía judicial porque su autor material no ha sido identificado, existe otro grupo de víctimas que lo tiene aún más difícil porque ni siquiera ha existido una reivindicación del atentado por parte de ETA.
Humberto Fouz fue secuestrado, torturado y asesinado en 1973 cuando cruzó la muga hacia Iparralde para ver una película en compañía de dos amigos, Fernando Quiroga y Jorge García, quienes, al igual que él, eran jóvenes gallegos que se habían afincado en Eibar para mejorar su futuro laboral. Se cree que pudieron ser interceptados por un comando de ETA que los confundió con policías españoles. Los responsables de lo sucedido se negaron a ofrecer información sobre el paradero de los cadáveres para brindar un mínimo consuelo a sus familiares. Esa incógnita pervive hoy en día, pese al cese definitivo de ETA y su desarme. Coral Rodríguez, que ha sido parlamentaria del PSE, ha ofrecido su testimonio en varias ocasiones para reclamar a los responsables del asesinato que revelen dónde están los cuerpos y se les pueda dar una sepultura digna. - M. Vázquez