madrid - Visiblemente cansado tras pasar la noche entre rejas y previo pago de 50.000 euros como fianza, Santi Vila recobró su libertad a primera hora de la tarde de ayer. Dentro de la cárcel de Estremera dejó a algunos de sus antiguos compañeros en el Govern; y fuera se encontró con toda una nube de cámaras y periodistas impacientes por recoger las declaraciones de uno de los actores llamados a tener un papel protagonista en los próximos meses. Aunque volvió a hacer gala de la moderación que le caracteriza, el exconseller de Empresa no quiso esta vez morderse la lengua y censuró las medidas cautelares impuestas por la Audiencia Nacional. Pero, sobre todo, su primer mensaje al pisar de nuevo la calle tuvo un claro destinatario: Mariano Rajoy. Vila exigió al presidente del Gobierno español que abandone las vías judiciales y tome una iniciativa estrictamente política para desatascar el embarrado conflicto catalán. “Esto desde los juzgados no lo vamos a resolver, solo desde la política”, recalcó ante los medios.

Vila era el único de los encarcelados con posibilidad de eludir la prisión preventiva decretada el pasado jueves. Su dimisión un día antes del Pleno del Parlament que proclamó la república fue argumento suficiente para que la jueza Carmen Lamela observara una circunstancia diferencial respecto al resto de miembros del gabinete de Puigdemont. Tras depositar la fianza y acompañado de su abogada particular, el exconseller no ocultó su satisfacción por dejar atrás la prisión madrileña, pero incidió en la “desproporcionalidad” de las medidas cautelares decretadas contra los representantes del Govern cesado en virtud del artículo 155.

En sus primeros minutos tras salir del centro penitenciario, el que fuera conseller de Empresa hizo un llamamiento al conjunto de las formaciones políticas españolas para que intercedan en la cuestión catalana. “Confiemos en que todos nos comprometamos de verdad y de una vez para poner fin a esta situación tan terrible que estoy convencido de que el conjunto de los demócratas del mundo no comprende”, subrayó. Vila extendió su alegato a las máximas autoridades del Estado haciendo especial hincapié en los presidentes del Congreso y el Senado. La alusión a Ana Pastor no pareció casual, ya que ambos mantienen una buena relación desde hace años.

Una vez en la calle, Vila encara ahora su particular carrera al margen de los consellers cesados. El exresponsable de Empresa se ha postulado públicamente para ser el candidato del PDeCAT a la presidencia de la Generalitat catalana en las elecciones del próximo 21 de diciembre. Su objetivo es reorientar el rumbo de la formación posconvergente y desterrar las tesis unilaterales del independentismo. - X.G.