Gasteiz - El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, criticó ayer la propuesta de reforma fiscal elaborada por PNV y PSE y que debatirán las Juntas Generales de los tres territorios vascos. Al margen de las consideraciones económicas, la inicial oposición del PP a este proyecto supone un escollo para la negociación de los Presupuestos de 2018 del Gobierno Vasco. Ayer Alonso advirtió de que con su planteamiento, jeltzales y socialistas “han incumplido el compromiso más importante” firmado el año pasado para que el PP apoyara las Cuentas del Ejecutivo de Lakua.

Según Alonso, el hecho de presentar la reforma en víspera de festivo, “la noche de Halloween”, pone de manifiesto que el documento “avergüenza” a sus autores. También en lo relativo a las formas, el presidente del PP vasco criticó el “oscurantismo” sobre la reforma que se estaba negociando, dadas las “contradicciones” en las declaraciones de los portavoces de los partidos implicados. “Quiero denunciar las formas, la ausencia de diálogo, la confusión, la falta de liderazgo y la ausencia de criterios claros para liderar esta reforma”, dijo Alonso, quien mostró su sorpresa por que el texto no haya pasado por el Órgano de Coordinación Tributaria. Además, afirmó que PNV y PSE incumplen su programa de Gobierno al no celebrar un pleno monográfico en el Parlamento en el que se aborde la reforma fiscal.

En lo relativo al fondo de la propuesta, Alonso reclamó un mayor apoyo a los contribuyentes tras crecer la recaudación en un 10%. “Creemos que hay que devolver el esfuerzo a los vascos, mejorar la situación de las familias, apoyar el empleo y utilizar el Concierto Económico para que Euskadi sea el lugar más atractivo donde invertir y que nuestras empresas no tengan una situación peor que las de régimen común”, afirmó Alonso, que solo valoró como positiva la apuesta por tratar de retener a los grandes patrimonios. Por último, Alonso afirmó que tras analizar en detalle la propuesta el PP presentara una reforma alternativa.

El de la revisión del sistema tributario es uno de los principales caballos de batalla del PP en esta legislatura, y de hecho durante la negociación presupuestaria de las Cuentas de este año advirtió de que, más allá de que se incluyeran sus enmiendas en los Presupuestos -por valor de apenas 29 millones de euros-, exigía la contención e incluso la bajada de los impuestos. La buena marcha de la economía en los últimos meses les ha reforzado en esa opinión, y de forma paralela el conflicto catalán ha enrarecido el clima entre los partidos que han aprobado las Cuentas de este año. - T.D.