madrid - El conflicto catalán puede ocasionar un mayor desgaste del inicialmente esperado a Podemos. Después de que una de sus fundadoras, Carolina Bescansa, criticara el acercamiento del partido al independentismo, un comunicado del sector anticapitalista ha terminado por abrir nuevas grietas en la formación morada. La corriente, que en la pasada asamblea de Vistalegre II ganó en poder interno merced a sus acuerdos con los pablistas, mentó en un comunicado la “nueva república catalana”. La respuesta del secretario general Pablo Iglesias fue contundente. “Los términos de ese comunicado están políticamente fuera de Podemos”, resaltó para después advertirlos de que pronunciamientos de ese estilo desbordan los márgenes de la plurinacionalidad y los sitúan más allá de los límites del partido.

Sin entrar a valorar la profundidad del texto con firma anticapitalista, Iglesias enmendó la plana a un sector crítico que confía en establecer formas diferentes a las de Podemos en cuanto a la articulación territorial del Estado. Pero el secretario general también lanzó una advertencia a Albano Dante Fachin, dirigente de la filial catalana, Podem, con el que mantiene un agrio enfrentamiento por su cercanía con las tesis independentistas. Fachin no descarta pactar con los soberanistas en un futuro. Semejantes manifestaciones generan “alarma” e “intranquilidad” en un momento en el que Podemos amenaza con implosionar por el papel adquirido en el procés catalán. “No es la opción de Podemos”, esgrimió. Cuestionado por el significado de estar “fuera de Podemos”, Iglesias optó por ser más prudente. “Eso lo tendrán que decidir los órganos y en última instancia los inscritos”, pero trajo a colación la hoja de ruta adoptada en Vistalegre II en la que la formación morada abogó por constituir un Estado “plurinacional”. Y vio a Fachin más cerca de la CUP o ERC.

“Ha habido posiciones de compañeros que han generado mucha alarma, y son legítimas pero seguramente están mas cerca de otras opciones políticas que de la nuestra y en Podemos las alianzas electorales las deciden los inscritos”, aseveró sin poner nombres y apellidos a quienes se situarían fuera del partido. Aún así, y además de Dante Fachin -desautorizado desde hace semanas atrás-, el principal aludido sería Miguel Urban, que ayer estuvo presente en una reunión del partido pero rehusó dar explicaciones. Los anticapitalistas intentaron rebajar la polémica asegurando que se ha malinterpretado el comunicado, y varias voces autorizadas, como la coordinadora general en Andalucía, Teresa Rodríguez; el alcalde de Cádiz, José María González Kichi; o la portavoz en la Asamblea de Madrid, Lorena Rúiz-Huerta, se han desmarcado del discutido texto.

Las elecciones del 21 de diciembre también han tensado la cuerda de Podemos. Fachín, con el que Iglesias ha mostrado discrepancias por la participación en el referéndum o la Declaración Unilateral e Independencia (DUI), estaría dispuesto a “formar un bloque con otras fuerzas políticas”, tal y como decidió este mismo domingo. Por ahí no pasa el secretario general, que contrarrestará el movimiento de ficha con la activación de los comunes -la marca que abriga a Xavier Domènech y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau- de cara a las urnas. Domènech se perfila como candidato.

proceso constituyente En un comunicado de cinco puntos para analizar la situación en Catalunya, los anticapitalistas vinieron a reconocer el nacimiento de una república catalana. “En una España con una monarquía sucesora directa del dictador Franco, una república que abre un proceso constituyente es sin duda una propuesta que rompe con el régimen del 78, con sus consensos políticos y con un orden constitucional al servicio de las élites”, avisan. La corriente redobla su confianza en abrir procesos constituyentes al ser una fórmula “para resolver los problemas históricos del Estado español en el terreno nacional, una forma de rearticular las relaciones entre los pueblos en igualdad, en donde desde el respeto al derecho a decidir y a sus resultados, se busque rehacer los puentes de unión que la actual relación impositiva y autoritaria del estado central dinamita”.