barcelona - Con casi tres siglos de historia intermitente y durante años anecdótica, los Mossos d’Esquadra han quedado bajo el control del Gobierno, que ha destituido a la cúpula de la consellería y ha cesado al mayor, Josep Lluís Trapero, en el momento en que el cuerpo tenía más popularidad y competencias que nunca.

En aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Gobierno ha cesado al conseller de Interior, Joaquim Forn, al secretario general, César Puig, al director de los Mossos, Pere Soler, y al mayor, Josep Lluís Trapero, que será sustituido por su hasta ahora número dos, Ferran López, bajo el mando directo del secretario general técnico de Interior, Juan Antonio Puigserver.

Trapero atacó su cese por parte del Gobierno y pidió a los agentes de la Policía catalana que mantengan la “lealtad y comprensión” hacia las decisiones de los mandos que le relevarán.

En una carta dirigida a los agentes del cuerpo, Trapero afirma que para él el día de ayer no fue un “día fácil” porque le comunicaron su cese como mayor, si bien subrayó el “inmenso honor” que le ha supuesto estar al frente de los Mossos y reivindica que la Policía catalana es una organización “profesional, moderna y eficaz, con una ambición constante para sobresalir en todo lo que hace”.

“Hoy me ha sido comunicado el cese como jefe del cuerpo de los Mossos d’Esquadra. No es un día fácil para mí”, reconoció Trapero en el escrito, después de que el Gobierno le haya destituido de su cargo como mayor en aplicación del artículo 155 de la Constitución, alegando que está imputado por sedición por la Audiencia Nacional.

Asimismo, Trapero mostró en la misiva todo su afecto a los agentes del cuerpo, integrado por 16.783 efectivos, y expresó el “inmenso honor y agradecimiento por haber sido” su jefe. “Debéis continuar escribiendo el futuro. Los mandos que toman el relevo os ayudarán a hacerlo y os pido, como siempre habéis hecho, lealtad y comprensión hacia sus decisiones”, indicó el hasta ayer mayor.

En la misiva, Trapero remarcó que desde hace “mucho tiempo” los Mossos d’Esquadra se han “acostumbrado al ruido” que ha rodeado cualquiera de sus actuaciones. “Pero también hace mucho tiempo que hemos aprendido que (el ruido) no nos condicione en el día a día, y así lo continuaremos haciendo”, precisó.

También apuntó que, pese a la “tristeza” que siente por su destitución, todavía es mayor la “satisfacción” que tiene al observar lo que han construido los mandos y la base de los Mossos en los últimos años.

Por todo ello, pide disculpas por la “exigencia poco compensada” y porque no siempre su defensa del cuerpo impidió que los agentes sufrieran “consecuencias e incomprensión”. “Disculpas a los que seguro que habéis tenido motivos para consideraros olvidados o poco cuidados por la organización que he dirigido”, agregó.

En la carta, Trapero muestra su “íntima satisfacción” por haber logrado implementar un “cambio cultural” en los Mossos d’Esquadra, que se han erigido en una “organización confiable, especializada, con una estructura de mando que asume sus responsabilidades en el día a día y una organización donde sus valores se manifiestan no en los discursos, sino en el día a día de la función policial”.

misma estructura de mando Por otro lado, el nuevo jefe de los Mossos d’Esquadra, el comisario Ferran López, pidió ayer a los agentes que continúen trabajando con la misma “profesionalidad y lealtad” con la que han actuado hasta ahora y ha garantizado que mantendrá intacta la actual estructura de mando y el “normal funcionamiento” del cuerpo.

En una nota interna, López, hasta ahora número dos de los Mossos d’Esquadra, asegura a los agentes del cuerpo que asume con “responsabilidad” el encargo del Ministerio de Interior, que le ha designado nuevo jefe de la Policía catalana en sustitución de Josep Lluís Trapero. “Asumo con responsabilidad este encargo y os pido que continuéis trabajando con la misma profesionalidad y lealtad que habéis venido demostrando en todo momento”, indicó López en el comunicado interno. El nuevo jefe de los Mossos garantiza en su escrito que la nueva asunción de responsabilidad “comporta que se mantendrá intacta la actual estructura de mando y el normal funcionamiento del cuerpo”.

López, el nuevo jefe de los Mossos, que ingresó en la Policía catalana en 1990, es una persona de un talante dialogante que se ha ganado el apoyo interno del cuerpo de la Policía catalana porque siempre busca el consenso y le gusta rodearse de su equipo para tomar las decisiones tras escuchar todas las opciones. - Efe