madrid - El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, trató ayer de templar la polémica suscitada ante la publicación de la existencia de tensiones diplomáticas entre su Ejecutivo y el español por el procés. Los diarios De Morgen y Het Laatste Nieuws se hicieron eco de una protesta del Gobierno español, sustanciada en un correo electrónico enviado por el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, al embajador belga en Madrid en el que Moragas censuraba el tímido apoyo brindado por el país centroeuropeo. Michel fue los pocos presidentes europeos que criticó el uso de la fuerza policial para tratar de frenar el referéndum del 1-O y esta última semana instó a que Europa ejerza un papel mediador. A su entrada al Consejo de Europa, por el contrario, negó la existencia de conflicto diplomático alguno. “No hay ningún incidente, ninguna crisis, si lo hubiera imagino que el presidente o ministro de Exteriores españoles habrían contactado con sus homólogos en Bélgica, y no ha sido el caso”, zanjó el primer ministro. - I. F.