Donostia - El Foro Social anunció ayer las tres principales “tareas” que se marca para este curso político y entre ellas situó lograr que tanto ETA como los gobiernos realicen una “lectura crítica” del pasado. Junto a este objetivo, el colectivo confió en poder seguir trabajando en el “mapa integral del sufrimiento” que recoja a todas las víctimas de todas las violencias, en avanzar en la reinserción de los presos y en que ETA anuncie su desmovilización, una acción “determinante” y que se concretaría en el “desmantelamiento total de las estructuras militares y que todos sus militantes puedan reintegrarse a la vida civil”.
En un acto con motivo del sexto aniversario de la Declaración de Aiete que dio paso al comunicado en el que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada, el Foro Social constató los avances que se han producido. Entre ellos, citaron los nuevos espacios de diálogo que se han abierto, el desarme de ETA, el modelo triangular aplicado en Iparralde para ello y los avances en materia de víctimas -“una cuestión nuclear”-, aunque el colectivo que agrupa a 18 entidades y 17 personalidades miró a su vez hacia 2018.
Un nuevo curso en el que demandaron tanto a la organización que se desarmó en abril como a los “actuales gobernantes” una lectura del pasado que se fundamente “en las tres c’s: que sea crítica, constructiva y compartida”. Sobre los gobernantes actuales, el Foro Social reclamó, por medio de los portavoces Nekane Alzelai y Agus Hernán, que asuman la “responsabilidad de gobiernos anteriores en aspectos como la denominada guerra sucia, la tortura u otros abusos policiales”.
La del Foro Social es una pretensión que coincide con el actual escenario en el que ETA mantiene una reflexión interna sobre su futuro. Así, el segundo de los objetivos que se marca es el de la “reintegración de las personas presas, huidas y deportadas”. Para ello, este colectivo apostó por emprender el modelo triangular que se desarrolló en Iparralde para el desarme de ETA. El tercer gran objetivo, que los portavoces marcaron en primer lugar, fue el relativo a todas las víctimas. Así, urgieron a “abrir un debate sereno sobre los casos sin resolver, los parcialmente resueltos o las miles de personas torturadas”.
Brian Currin admitió ayer en Donostia que al Grupo Internacional de Contacto, que inició su andadura en 2011, aún le quedan tareas “fundamentales y duras”, en referencia a la disolución de ETA y la “excarcelación y reintegración de los presos”. Por este motivo, Currin, acompañado de Alberto Spektorowski, se reunirá en los próximos días con buena parte de los agentes políticos y sociales vascos. - J. Arretxe