Barcelona - Abertis celebrará hoy una reunión extraordinaria de su consejo de administración a primera hora de la tarde con el fin de aprobar el traslado de su domicilio social de Barcelona ante la incertidumbre política que actualmente se registra en Catalunya, y dentro de la operación mediática del imperio económico catalán a modo de ejercer presión al Govern para que mañana no declare la independencia unilateral. Las oficinas que la compañía, que dirige Francisco Reynés, tiene en el Paseo de la Castellana de Madrid, en pleno centro financiero de la capital, se perfilan como nueva sede de la empresa.
Abertis se suma así al listado de entidades financieras y empresas que en los últimos días han optado por infundir cierta alarma social y fugarse de Catalunya: en el caso del grupo de autopistas y satélites, opta por dejar Barcelona días después de que lo hiciera Criteria, CaixaHolding, su primer accionista de referencia con un 22,3% de su capital, que ha optado por llevar la sede a Palma de Mallorca. Ambos han sucedido a CaixaBank, Banco Sabadell, Gas Natural, Agbar y Freixenet, entre otras de cierto renombre.
Además, en el caso de Abertis, se da la circunstancia de que cambiará su sede en vísperas de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de luz verde a la OPA que la italiana Atlantia lanzó el pasado mes de junio sobre el grupo. Abertis tiene sede social en Barcelona desde su constitución. En un principio estuvo ubicada en el Parc Logistic de la ciudad, si bien en abril de 2015 la trasladó a un inmueble de la Avenida Pedralbes alquilado a Colonial.
Otro gigante empresarial que podría estar ya preparando su traslado en caso de una DUI es el grupo Planeta, algo que en 2012 avisó José Manuel Lara Bosch, sucesor de José Manuel Lara Hernández, el fundador del primer grupo editorial español, radicado en Barcelona desde su fundación. Esa premisa la ratificó el actual presidente, José Creuheras, cuando tomó posesión del cargo, tras la muerte del heredero de Lara. Paralelamente, la organización del Premio Planeta, que se falla el próximo domingo y cuenta con unos mil invitados y la confirmación de la asistencia de personalidades del ámbito político catalán y del Estado, sigue adelante pese a la preocupación que se palpa en el seno del grupo editorial. El otro gran sello afincado en Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial (filial de la alemana Bertelsmann, cuarta editorial del mundo) guarda absoluto mutismo. Los dos grupos pugnan curiosamente por el liderazgo de la edición en castellano. - DNA