madrid/barcelona - El Tribunal Constitucional volvió a ejercer ayer de eficaz correa de transmisión del Gobierno español y, apenas 24 horas después de que la Mesa del Parlament admitiera la petición de Junts pel Sí y la CUP de celebrar un pleno el próximo lunes, el primero tras el referéndum del 1-O, suspendió cautelarmente el mismo alegando una “urgencia excepcional”. En respuesta a un recurso de amparo presentado en la mañana de ayer por el PSC, el alto tribunal esgrimía, entre otras razones, el “radical quebrantamiento de la Constitución y el Estatuto de Autonomía que conllevaría la declaración formal de la independencia de Cataluña”. Todo ello pese a que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) no aparece en el orden del día del pleno, que cuenta con un solo punto: la comparecencia del president catalán, Carles Puigdemont, para que “valore los resultados del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre y sus efectos”. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no aclaró si convocará el pleno pese a la suspensión y, en declaraciones a los medios desde la Cámara, se limitó a decir que “defenderemos la soberanía del Parlament y la libertad de expresión de los diputados. No podemos permitir que un tribunal diga de qué podemos hablar y de qué no”. El que dio un paso al frente fue el portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, que presentó una nueva petición de comparecencia del president para que “analice la situación tras el 1-O”, sin ninguna alusión a la independencia, con el fin de que se celebre el mismo lunes en el Parlament. La diferencia con el pleno suspendido es que, mientras JxSí y la CUP lo solicitaron invocando el artículo 4.4 de la Ley del referéndum, que establece la declaración de independencia en 48 horas una vez se proclame la victoria del sí en el 1-O y que está asimismo suspendida, Coscubiela ha echado mano del artículo 169 del reglamento de la Cámara, que sigue en vigor. La mejor prueba de que este pleno podría tener visos de celebrarse es que el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, anunció que su grupo participará en el mismo si al final tiene lugar.
Para que ello se produzca, la Junta de Portavoces y la Mesa del Parlament debería reunirse de urgencia hoy, tal y como solicitó Catalunya Sí Que Es Pot. La petición dirigida a la Mesa no hace mención alguna a una Declaración Unilateral de Independencia, ni a las leyes de desconexión, ni tampoco habla de los “efectos” del referéndum. En declaraciones a La Sexta, el parlamentario del grupo Lluís Rabell explicó que “nosotros queremos que haya debate y puede haber ese debate”. Preguntado sobre la posibilidad de que en ese pleno se proclame la independencia, respondió que “la cara que se nos va a quedar sería la más triste del mundo si [Puigdemont] desaprovecha la oportunidad de reconducir la situación”.
Portazo a Puigdemont Esta suerte de plan B propiciado por la coalición de izquierdas se produjo tras la suspensión del pleno en que podría declararse la independencia de Catalunya. Una decisión del TC que fue recibida con críticas, y también con ironía, por parte de dirigentes del Govern. “No está ni convocado, y al menos un servidor no ha recibido ni convocatoria, ¡qué eficacia!”, aseguró en su perfil de Twitter el conseller de la Presidencia, Jordi Turull. A través de la misma red social, el titular de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, censuró que “un tribunal politizado prohíbe preventivamente que un Parlamento se reúna porque deduce que pasará algo no escrito en el orden del día”.
Según fuentes parlamentarias citadas por Europa Press, el pleno queda formalmente convocado cuando la presidenta del Parlament firma el documento de convocatoria que remite a todos los diputados, y esto aún no ha ocurrido. La propia Carme Forcadell interpretó la suspensión del alto tribunal como un rechazo a la oferta de diálogo que Puigdemont lanzó la víspera. “Suspender plenos que no están ni convocados es la nueva oferta de diálogo...”, escribió en Twitter.
Antes de que trascendiera la resolución del TC, el presidente español, Mariano Rajoy, ya se había encargado de dar un portazo a lo expresado por el president en su declaración institucional de la noche del miércoles. En una entrevista concedida a Efe, afirmó que “la mejor solución es la pronta vuelta a la legalidad y la afirmación a la mayor brevedad posible de que no va a haber una declaración unilateral de independencia, porque con eso además se evitarán males mayores”. Agregó que “eso es lo que está pidiendo toda la sociedad, los editoriales de los medios, los empresarios, los sindicatos y millones de catalanes”.
A la espera de que se aclare el panorama en las próximas horas, el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Parlament, Fernando de Páramo, adelantó que su grupo no asistirá al pleno suspendido. “Nosotros sí respetamos y cumplimos con las resoluciones del Tribunal Constitucional y con las leyes, que es lo que hacen los demócratas, y no participaremos en las ilegalidades de Puigdemont, Junqueras y Forcadell”, argumentó. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, opinó que la suspensión permite “ganar tiempo para el diálogo en la comisión parlamentaria” entre los partidos.
Antes de que trascendiera la iniciativa de Catalunya Sí Que Es Pot para convocar un pleno que, esta vez sí, supere el filtro del Tribunal Constitucional, fuentes conocedoras de la situación aseguraron a DNA que los partidos soberanistas tenían intención de seguir adelante con la convocatoria del lunes pese a la suspensión. Agregaron que podrían incluso adelantar el pleno, pese a la premura de los plazos, ya que la intervención del alto tribunal era un escenario previsto. Preguntada por si teme que el Estado envíe la Policía y la Guardia Civil para cerrar el Parlament, Carme Forcadell lo descartó: “De ninguna manera. Quien pone y quita los diputados son los ciudadanos de Catalunya que los eligen democráticamente”.
El pleno en el que, presumiblemente, se iba a declarar la independencia unilateral va parejo con la importante movilización social que se prevé a las puertas del Parlament, si finalmente se confirma su celebración. “Este lunes exigirá una movilización máxima”, afirma la ANC en un correo interno en el que también piden “vaciar las calles de Barcelona y guardar fuerzas” este domingo, día en que Societat Civil Catalana (SCC) ha convocado una manifestación para decir basta al proceso independentista.
El Constitucional suspendió cautelarmente el pleno al admitir a trámite el recurso de amparo del PSC, formación que cree que una declaración de independencia supondría una “total y completa aniquilación” de los derechos de los diputados. El alto tribunal subraya que es “radicalmente nulo cualquier acto que contravenga la suspensión”.