gasteiz - El lehendakari Urkullu pidió ayer a los gobiernos español y catalán que antes de suspender la autonomía o de promulgar la Declaración Unilateral de Independencia ambas partes se tomen “un tiempo de reflexión” y hagan un análisis desde “la consciencia del riesgo de fractura social” que existe tras la convocatoria del referéndum y la dura respuesta policial contra la ciudadanía. Urkullu pidió además “autocrítica a todas las partes” y “gestionar los sentimientos”. “Es necesario -planteó- tomarnos un poco de tiempo todos y pensar realmente qué es lo que ha sucedido”.

Eso sí, Iñigo Urkullu aseguró que mantendrá abiertos los canales de comunicación con el Gobierno de Mariano Rajoy, pese a que las conversaciones sobre los Presupuestos Generales del Estado han quedado congeladas, y a pesar de que el Ejecutivo central “traspasó ayer todas las líneas rojas”, dijo en referencia a una actuación policial en Catalunya “totalmente desproporcionada”, informa Efe.

Durante su intervención en una conferencia organizada por Nueva Economía Fórum, Urkullu calificó de “desacertado y equivocado el planteamiento del Gobierno español” por no haber dialogado con los representantes catalanes y por responder con la intervención policial, pero recordó que él es “un representante institucional” que mira por los intereses de los vascos y que tiene que “defender y conseguir lo mejor” para ellos, “sea con quien sea”. La interlocución “tiene que seguir manteniéndose”, insistió Urkullu, para quien en todo caso lo prioritario ahora es el diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat.

“Creo que es necesario, a pesar de las presiones que todos puedan tener, tomarse un tiempo, valorar lo que es el término y concepto que tantas veces hemos apelado, la convivencia”, manifestó Urkullu, que invitó a un reflexión “sin renunciar a nuestros principios e ideales para ponerlos al servicio” de dicha convivencia.

Para el lehendakari, “nadie ha salido victorioso de lo ocurrido ayer (por el domingo) en Catalunya”, y por ello expresó su profunda “tristeza y preocupación” por una situación “derivada de la ausencia del diálogo político”. Expresó además su “incomprensión ante la estrategia de violencia” empleada por parte de los cuerpos policiales y trasladó su solidaridad a las víctimas la de esa violencia.

Según el mandatario vasco, “ha faltado el reconocimiento de una realidad” que “ayer se constató”, una realidad de sentimientos y sensibilidades diversas, de aspiraciones absolutamente legítimas que necesitan de un cauce de encuentro”, informa Europa Press.

Por otro lado, Urkullu rechazó ser “un mediador” en este conflicto y recordó que, como él, son muchas las personas de otros ámbitos institucionales y sociales que han clamado por el diálogo, y que “se han visto defraudadas por la gestión de toda esta situación”.

A su juicio, en estos momentos es necesario aplicar una “gran seriedad y responsabilidad”, y consideró necesario abordar de forma general la renovación del marco territorial del Estado. Así, Urkullu plantea un ejercicio de “introspección, de todas las partes” sobre el sistema territorial de “café para todos”, que considera que no ha funcionado. “La pretensión de diluir la realidad nacional de Euskadi y Catalunya en un modelo de Estado Autonómico descentralizado no ha dado resultado”, afirmó, pues aplicar soluciones “uniformes a realidades diferentes” no funciona.

En su opinión, hay que hablar “partiendo del reconocimiento de la existencia de un pueblo”, de construir un Estado plurinacional en la UE. “Y en ese esfuerzo voy a seguir”, aseguró, para señalar que no entrará en profundizar sobre “los errores” que han podido cometer Rajoy y Puigdemont. Urkullu defendió “el realismo, estabilidad y acuerdo”, y ubicó el problema actual “quizá no en el concepto de estado, sino el de soberanía, y eso vale para los que son estados nación y para quienes somos naciones sin estado”.

riesgos económicos Por otra parte, Urkullu advirtió del “riesgo de desaceleración que existe en el UE” y consideró que situaciones como la que se vive con Catalunya, entre otras, “pueden tener una curva de riesgo”. Así, explicó que “si la curva de riesgo aumenta en 15 puntos, por ejemplo”, se puede “mirar al Estado español con desconfianza, y que eso lastre inversiones industriales en el conjunto del Estado, y que se desplacen las voluntades industriales”.

En cuanto a la relación entre el Gobierno Vasco y el español, el lehendakari recordó su exigencia de cumplimiento del Estatuto de Gernika y reivindicó la “vía vasca”, que supone autogobierno, bilateralidad y reformulación del modelo de Estado. Estos objetivos “están permanentemente en la relación con el Gobierno español”, dijo el lehendakari, quien además demandó a Rajoy que “cumpla con lo acordado” porque hay “cuestiones que todavía están pendientes de ser llevadas a efecto”.