Bilbao - Se acerca el referéndum y todo se va complicando por la intervención del Estado. ¿Cómo ve el 1 de Octubre?

-Nos vemos con un Govern muy fuerte y determinado, un Parlament que ha hecho todo lo que tenía que hacer -aprobar las leyes-, y una ciudadanía movilizada y totalmente positiva. Incluso ante las reacciones de este Estado demofóbico, que está persiguiendo a imprentas, medios de comunicación y ejerciendo todo tipo de presiones, la gente ha mantenido la alegría y el humor. Hay una fuerza muy grande desde abajo que es la que tiene que garantizar que esto salga adelante. Por eso vemos un referéndum con todos los colegios abiertos donde todo el mundo pueda ir a votar.

Sí, pero ¿tienen un plan B para todo? Si las urnas no llegan, si la autoridad impide la entrada en los colegios electorales, etc?

-Sabemos que el Estado que tenemos delante va a hacer todo lo posible por detenerlo, pero para nosotros, a día de hoy, es más difícil responder a cómo lo van a impedir ellos que a cómo lo vamos a sacar adelante nosotros. Llegarán las urnas, las papeletas, los ciudadanos recibirán las tarjetas de voto en sus casas y tenemos 750 alcaldes que ya han dicho que abrirán los colegios y pondrán las urnas como lo hacen siempre. Está claro que hace tiempo que tenemos un plan B, un C y un D, pero todos nos llevan a sacar adelante el referéndum. Empezamos a demostrarlo cuando nos cerraron la web y 20 minutos después estaba operativa de nuevo. Hemos puesto en marcha todo nuestro ingenio porque sabemos que lo vamos a necesitar.

Los alcaldes soberanistas imputados ya están desfilando ante los jueces. ¿Cuál es su argumentario ante esta citación?

-Ellos están declarando que se comprometieron legalmente, mediante decreto, con una ley vigente aprobada por el Parlament y que lo único que hacen es defender la democracia. Los alcaldes de ERC van a ir por esta línea y respetamos su decisión de si quieren hacerlo voluntariamente o no. Lo que todos tenemos claro es que están defendiendo legalmente un derecho fundamental que está por delante de todos los demás.

¿Qué supone para la Generalitat la intervención de las cuentas por parte del ministerio de Hacienda?

-Creo que es el camino más corto de aplicarnos el artículo 155 de la suspensión de la autonomía. Requeriría de una vía más larga, pasando por el Senado y alargándolo mucho, por eso han elegido la forma más directa. Esto es una muestra más del Estado que tenemos enfrente, que hace las leyes a medida, las aplica como quiere y utiliza a los jueces como si fueran parte del Gobierno.

Oriol Junqueras presentó un recurso ante el Supremo que no prosperó.

-Nuestras esperanzas eran más bien pocas porque sabemos lo que hacen con nuestros recursos, pero igualmente nosotros quisimos ejercemos ese derecho.

Catalunya tiene un alto índice de extranjeros y ciudadanos de origen español afincados durante generaciones. ¿Entiende que tengan miedo o incertidumbre por lo que ocurriría con ellos ante una independencia unilateral?

-Este es el mensaje de quienes promueven el no. En vez de competir en unas urnas azuzan el miedo para que la gente no vaya a votar. Es cierto que hay incertidumbre sobre como va a ser la república catalana, pero las certezas de cómo serán las cosas si nos quedamos como estamos son mucho peores. El cambio más trascendente de los últimos años, y el que lleva a que hoy en el Parlament y el Govern la opción independentista sea mayoritaria, es que esto es un proyecto común de todos, incluida mucha gente que ha venido de fuera, que habla catalán y castellano, pero que ha entendido que este proyecto es mejor para ellos, para sus hijos y para sus derechos sociales. Es falsa esa imagen que algunos quieren dar de que los independentistas son los catalanes puros.

¿Qué le pareció la propuesta que lanzó Podemos para realizar una asamblea por un referéndum pactado antes del 1-O?

-Fue positivo que alguien más vea que el Estado no respeta ni defiende la democracia, que se están produciendo situaciones vergonzantes. Está muy bien que alguien más salga y diga que la solución es un referéndum. Sin embargo, esto lo hemos pedido nosotros en el Congreso hasta 18 veces y siempre se nos ha denegado. Quien piense que en el Gobierno español habrá algún día una mayoría que defienda eso se esta engañando. De ninguna manera esta propuesta va a hacer que dejemos atrás el uno de octubre por unas expectativas futuras que requieren de dos tercios del Congreso y del Senado, y que son absolutamente inasumibles. Si aceptáramos estas condiciones estaríamos renunciando a nuestro derecho a decidir. No nos pararemos a esperar.