BARCELONA - El conseller de Salut, Antoni Comín, dio ayer un paso al frente para orillar las responsabilidades penales que recaerían sobre los representantes de casi una treintena de entes y consorcios sanitarios de la Generalitat. Comín las hizo suyas. Se nombró presidente de todas las empresas públicas de su consellería para “dar máxima seguridad jurídica” a los trabajadores, pero sobre todo para que los empleados de los 80 centros sanitarios designados como colegios electorales puedan abrir sus puertas el 1-O.

Las resoluciones firmadas por Comín llevan fecha de 22 de septiembre y además de tomar la presidencia de los consorcios sanitarios, también incluyen el nombramiento de altos cargos del departamento de Salut como David Elvira, Josep María Argimon, Francesc Xavier Rodríguez y Eva Sánchez como miembros representantes de la Generalitat en los consejos rectores de algunos de los entes. Fuentes de la consellería de Salud aseguraron que los centros de asistencia primaria designados como colegios electorales ya habían ejercido esa función en otras elecciones, pero reconocieron que “la situación actual no es igual y hay que proteger a los trabajadores sanitarios para que todos puedan votar”.

De los 2.000 colegios electorales, hasta 80 estarán ubicados en Centros de Atención Primaria (CAP) u otros equipamientos sanitarios, algunos más que en convocatorias pasadas porque en los municipios catalanes donde los ayuntamientos han optado por no ceder locales al Ejecutivo de Puigdemont para el referéndum, la Generalitat los ha situado en ellos. Salut señaló que “la inmensa mayoría cierran los domingos” y que en los pocos que están abiertos el acceso al espacio habilitado para votar es diferenciado. Esa circunstancia hará que en la atención sanitaria sea la habitual en los pocos centros que estén abiertos este domingo. Los trabajadores sanitarios, asimismo, dispondrán de cuatro horas para ejercer su voto.

La maniobra de Comín es muy similar a la realizada por el departamento de Ensenyament con el Consorci Educatiu de Barcelona el pasado 13 de septiembre, cuando la consellera Clara Ponsatí cesó a su responsable para que los locales educativo de la capital catalana abran sus puertas el 1-O. - DNA