washington - La mención expresa de la situación política española del presidente de Estados Unidos Donald Trump acaparó el interés del primer encuentro bilateral entre el máximo mandatario estadounidense y el presidente español, Mariano Rajoy, celebrado ayer en Washington. A pesar de que Moncloa prefería mantener un perfil bajo ante la cercanía temporal del referéndum del 1-O que amenaza con romper las costuras territoriales del Estado, Trump entró de lleno en el debate. Apostó sin ambajes por la unidad de una España a la que calificó como “un gran país”. “Debería permanecer unido”, aseveró. “Yo solo puedo hablar por mí, me gustaría que España continuara estando unida”, profundizó Trump sin querer meterse en mayores disquisiciones aunque dando un evidente paso al frente como máximo líder del Gobierno estadounidense. Hasta la fecha el Ejecutivo de Washington había mantenido que el procés catalán era “una cuestión interna de España” en la que era mejor no inmiscuirse, si bien durante los últimos meses, y especialmente con la llegada de Trump al poder, mostrara cierto apoyo a la posición de dureza que Rajoy viene mostrando con las ansias soberanistas catalanas. Los responsables de la Casa Blanca hicieron ayer aún más patente esa sintonía. “Creo que el pueblo de Catalunya lleva hablando de esto durante algún tiempo, aman a su país, aman a España y no creo que se vayan”, aseveró Trump, que incluso llegar a señalar como “tontería” que los catalanes “se separaran de España”. “Realmente creo que la gente de Catalunya se quedará en España, y creo que sería estúpido no hacerlo, estamos hablando de quedarse en un país verdaderamente grande, bonito e histórico”, sostuvo.
“Creo que nadie sabe si ellos (los catalanes) van a tener un voto, creo que el presidente (Rajoy) les dirá que no van a tener un voto, pero creo que la gente se va a oponer mucho a eso”, afirmó a preguntas de los periodistas nada más concluir el encuentro bilateral en la Casa Blanca en el que el presidente español le habría confiado al norteamericano que el 1-O no se llevará a cabo. Asimismo Trump ensalzó la figura de Rajoy al tildarle como un dirigente “altamente respetado” que en un futuro tendrá un papel preponderante en engrasar las relaciones entre ambos países.
“sentido común” A pesar de que la lucha contra el terrorismo, el comercio o el crecimiento económico centraran la mayor parte del encuentro bilateral, Rajoy no pasó de puntillas por los últimos acontecimientos del asunto catalán. “Todo el mundo sabe que no se puede celebrar” el referéndum, expuso, aunque el Govern, al que invitó “al sentido común para terminar con esta historia”, no quiera dar su brazo a torcer. El presidente español afirmó desde la capital norteamericana, de la que vielve hoy mismo, que el 1-O caerá en saco roto por la falta de junta electoral, papeletas ni miembros de las mesas electorales. Habrá “alboroto” este domingo próximo, destacó, pero no un “referéndum válido, democrático y con un mínimo de garantías”.