madrid - Pedro Sánchez rechazó ayer la dialéctica de bloques entre partidos y aunque insistió que en la cuestión catalana los socialistas están con la legalidad y la Constitución, el líder del PSOE marcó distancias con respecto a Pablo Iglesias y Mariano Rajoy. En su intervención ante los diputados y senadores del grupo socialista reunidos en la Cámara Alta antes de la sesión plenaria de control al Gobierno, Sánchez pidió Podemos y En Común Podem que reflexionen sobre su apoyo al referéndum del 1-O y les dijo que tengan “mucho cuidado” porque su posición puede convertirse en coartada al independentismo para declarar unilateralmente la independencia.
“Que tengan cuidado, mucho cuidado (...) no vaya a ser que la posición que están manteniendo sobre el 1 de octubre sirva de coartada perfecta para el independentismo”, recalcó el líder socialista.
Según subrayó, “España no se construye desde el enfrentamiento y el extremismo; se construye desde el diálogo y es importante en el diálogo estemos todos, incluidos también los extremos”. Así, insistió en la necesidad de romper la dialéctica del “frentes” que, en su opinión, es la que ha llevado a la crisis actual y se negó a encuadrar al PSOE en ningún bloque, ni constitucionalista ni soberanista.
La posición del PSOE, recalcó, está siendo “muy clara” y es que “en esta crisis no puede haber ganadores ni perdedores”. “Podemos ganar todos si establecemos ese diálogo y unas bases para que se produzca”, afirmó. En este sentido, pidió “empatía, generosidad y sentido de Estado para lograr un acuerdo que satisfaga de todos” sin “vencedores ni vencidos” y que debe fraguarse en la comisión parlamentaria sobre el modelo territorial impulsada por su partido en el Congreso.
Asimismo, reclamó al Gobierno español “mesura” y le recordó que “la prudencia es buena para todos, incluido el fiscal general del Estado”, José Manuel Maza, mientras que al Govern le instó a abandonar su “huida hacia adelante” que solo fractura y genera frustración en la sociedad catalana.
Para el líder socialista, la política que el PP ha hecho desde que el PSOE dejara de gobernar en 2011 se traduce en que se haya incrementado de un 11 a un 40% el porcentaje de independentistas. Y es que, en su opinión, el origen de la crisis que ahora se esta viviendo de forma “tan intensa” en Catalunya parte de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut. - Efe