nunca como ayer la fiesta del PNV había estado tan marcada por acontecimientos a priori ajenos a Euskadi, aunque en realidad la cuestión catalana toca de lleno el alma del nacionalismo vasco. Catalunya estuvo presente en las campas de Foronda, e incluso se pudo votar a favor o en contra de la independencia catalana depositando la correspondiente papeleta en una urna gigante en la que durante todo el día hubo un goteo constante de alderdikides, y también de catalanes que asistieron a la fiesta del PNV.
Catalanes como Jordi, un barcelonés que vive en Astigarraga y que ayer depositaba su voto con la pena de no poder hacerlo de verdad, el domingo que viene y en su ciudad. “Qué menos que poder votar, es lo mínimo que se puede hacer dentro de una democracia, si estuviera en mi mano...”, lamentaba Jordi, que “al menos” pudo depositar su papeleta “el día del Alderdi Eguna”. Desde la distancia, tildaba de “muy fuerte” lo que está sucediendo en Catalunya. “No tengo muchas palabras para explicarlo, no entiendo que hablen de que una cosa es ilegal cuando se están cometiendo otras ilegalidades, y votar nunca puede ser ilegal dentro de una democracia”, insistía.
En Foronda Jordi se sintió arropado porque la solidaridad con el procés era total, hasta el punto de que ayer las senyeras y los mensajes reivindicativos alusivos al referéndum competían en presencia con las ikurriñas y los habituales lemas y eslóganes de una fiesta que ayer cumplía cuarenta años. Y aunque la representación catalana no era muy numerosa, pues los partidos pro referéndum están en plena campaña, el paso del PDeCAT por el desfile arrancó al público los aplausos más sonoros de una jornada en la que la Ainhoa Usandizaga, en nombre de EGI, las juventudes del partido, cerraba su discurso gritando “Visca Catalunya Lliure”.
Jordi Vera, de Perpignan, Catalunya norte, y miembro del PDCAT, describía ayer “una situación de espera” en una semana “muy importante para el fin de la cuestión”. Según el dirigente político, “el pueblo catalán está movilizado masivamente, prácticamente no hay gente que dude, los que están en contra son muy pocos, y la inmensa mayoría del pueblo hoy está por la independencia, incluso los que no lo estaban la semana pasada, después de que las fuerzas del orden asaltaran nuestras instituciones; ya no queda ninguna duda sobre lo que hay que hacer, con España no se puede continuar”, afirmaba tajante.
Por su parte, Eva Crespo, de Galdakao, se preguntaba cómo se puede “prohibir un referéndum, que es democracia pura, por qué prohibirlo, que salga lo que salga”. Según Eva, “no se debería haber llegado a estos extremos”, pues “el PP debería haberse dado cuenta de que no pasa nada por votar, si sale sí sí, y si no no, y ya está”.
Alex llegaba a Foronda desde Trebiñu con una txapela en la cabeza y una senyera al hombro con la que quería dejar claro que está a favor del derecho a decidir, “y creo que ya no es una cuestión de referéndum, sino de libertades, he venido con la bandera para reivindicar lo que está pasando en Catalunya; algo hay que hacer”.
Desde Hondarribia, Felipe deseaba “lo mejor” a Catalunya. “A mi hoy me dan envidia, como nacionalista y de los de verdad no puedo menos que estar con nuestros amigos catalanes; espero que nuestros dirigentes sepan que no podemos estar toda la vida pendientes de una utopía, sino que debemos dar pasos para que seamos vascos y solo vascos, y sin mal rollo, yo prefiero hacer el amor y no la guerra”, subrayaba.