Gasteiz - Las sacudidas del referéndum de Catalunya han alcanzado de lleno a las intenciones del Gobierno español de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2018. El Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy se ha visto obligado a posponer la aprobación de las cuentas porque no tiene amarrada una mayoría para obtener la luz verde en el Congreso de los Diputados. Su intención era aprobar el borrador en el Consejo de Ministros de hoy, pero ha decidido posponerlo hasta el próximo viernes, día 29, a la espera de que se clarifique la situación catalana, lo cual no tiene visos de que ocurra.
Hasta hace unos días la crisis catalana se limitaba a un pulso entre Moncloa y el Govern, pero los últimos acontecimientos y las medidas adoptadas por el Gobierno de Rajoy para impedir el referéndum han provocado la reacción en su contra de otros partidos, entre ellos el PNV. Como ya ocurrió en los Presupuestos de 2017, la formación jeltzale podría tener la llave de la mayoría que precisa el Gobierno español para aprobar las cuentas. Sin embargo, el partido liderado por Andoni Ortuzar está a la espera, por un lado, de conocer la propuesta presupuestaria del PP y, por otro, de ver cómo queda la situación en Catalunya y sobre todo si Rajoy desborda la línea roja de la suspensión de la autonomía catalana. Las últimas medidas, especialmente la detención del núcleo duro del aparato organizador del referéndum, acercan la situación a un escenario de suspensión de facto de la autonomía. La distancia entre el PP y el PNV se ha ampliado en las últimas semanas.
En principio, el Gobierno había trasladado su intención de aprobar hoy el proyecto de ley para presentarlo en el Congreso la próxima semana, un calendario que se mantenía incluso este mismo miércoles.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, justificó la decisión por la minoría en la que se encuentra el Gobierno para aprobar las cuentas en la Cámara Baja y la necesidad de apurar la negociación al plazo máximo legal e integrar en el proyecto partidas comprometidas con los socios parlamentarios.
La decisión de aplazar la aprobación de las cuentas obliga al Gobierno a registrar el proyecto de ley en el Congreso de los Diputados en la misma tarde del viernes o al día siguiente, sábado, ya que en la propia Constitución se recoge la obligatoriedad de llevar a las Cortes Generales el proyecto presupuestario antes del 30 de septiembre.
Para sacar adelante las cuentas, el Gobierno confía tener el apoyo de, al menos, los mismos socios con los que aprobó las cuentas de 2017: Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y el socio electoral del PSOE en Canarias, Nueva Canaria, además de sus socios electorales UPN y Foro Asturias. Con C’s el Gobierno ha alcanzado un principio de acuerdo para lograr el apoyo a las cuentas, pero con el PNV la situación es muy diferente, ya que el propio portavoz de los jeltzales en el Congreso, Aitor Esteban, ha negado que hayan existido contactos con el Ejecutivo o el PP en materia presupuestaria. Es más, esta misma semana llegó a asegurar que no dedica a esta cuestión “ni un segundo” ante su preocupación por “el follón institucional y la crisis” de Catalunya”.
A la salida del Pleno ayer en el Congreso, Esteban señaló ante los medios que desde el propio Gobierno vasco le han informado que tampoco están produciéndose negociaciones de cara a los Presupuestos con el Ministerio de Hacienda.
Todo ello contrasta con lo trasladado desde el Gobierno y el PP. Así, fuentes de Hacienda aseguraron que las conversaciones con los jeltzales vienen produciéndose desde hace tiempo y que aún tienen pendiente dotar de contenido a los acuerdos alcanzados sobre el Cupo y el Concierto económico.
Presupuestos “alternativos”. El PSOE está trabajando para detectar y elaborar los elementos centrales de unos Presupuestos alternativos para 2018 a los que aprobará el Gobierno y que incluirán una reforma fiscal “en profundidad”, especialmente a las rentas más altas.
Impuestos. También cree que se podría actuar sobre el Impuesto de Sociedades, para lo que propone un impuesto mínimo del 15% para los grandes grupos económicos.