Barcelona - El Ayuntamiento de Barcelona no tuvo constancia en ningún momento del informe que alertaba de posibles atentados del autodenominado Estado Islámico en la ciudad, específicamente en la Rambla, uno de los principales puntos turísticos. Según aseguró ayer la alcaldesa, Ada Colau, el aviso que recibieron los Mossos d’Esquadra no fue trasladado a las autoridades municipales, ni siquiera en la Junta de Seguridad local celebrada el pasado 28 de junio.

En declaraciones concedidas ayer a la Cadena Ser, Colau se remitió al acta del citado encuentro, “donde consta expresamente que a petición del Ayuntamiento se trata siempre la alerta terrorista sobre nuestra ciudad”. Tal y como desveló, ni los representantes de los Mossos d’Esquadra ni los de los cuerpos policiales estatales mencionaron ningún informe. “Descartaron explícitamente que hubiera ninguna amenaza concreta, ningún aviso concreto, ni tampoco ninguna noticia sobre ninguna célula terrorista organizada”, dijo.

En todo caso, la regidora de la capital catalana no quiso entrar en especulaciones y quitó hierro a los hechos al entender que si no se produjo tal comunicación fue porque el informe no tenía la credibilidad suficiente, tal y como señalaron ayer los máximos responsables de la Policía autonómica. “Quiero pensar que si ni el Estado ni la Generalitat nos hicieron conocer este aviso es porque no le daban credibilidad. Nos consta que reciben centenares de avisos sobre posibles alarmas”, zanjó.

Colau explicó que, tras conocer la información publicada ayer por El Periódico, se puso en contacto inmediatamente con el conseller de Interior, Joaquim Forn, y con el delegado del Gobierno español en Catalunya, Enric Millo. A ambos les pidió que aportasen todos los datos de los que tuvieran conocimiento, que los difundieran a la opinión pública y que continuaran trabajando conjuntamente para reforzar la coordinación entre las diferentes fuerzas policiales.

Por último, la alcaldesa barcelonesa pidió “prudencia” a la hora de informar acerca de temas de seguridad. En su opinión, al tratar este tipo de asuntos conviene no generar polémicas que desaten una alarma social, algo que considera “imprudente”. - DNA/Efe