BArcelona - El goteo de reproches cruzados por la falta de coordinación entre cuerpos policiales no cesa. Aunque todas las partes implicadas reconocen que las comunicaciones han sido fluidas tras el doble atentado en Catalunya, lo cierto es que la resaca del zarpazo yihadista ha destapado un problema que va mucho más allá de los últimos acontecimientos. Ayer el propio conseller de Interior, Joaquim Forn, denunció que ha habido “una voluntad política” para ocultar información a los Mossos d’Esquadra, si bien precisó que esa tendencia ha podido cambiar tras los ataques terroristas.

La particular batalla entre los cuerpos de seguridad se ha recrudecido durante los últimos días a raíz de acusaciones mutuas. Primero varias asociaciones de la Policía española y de la Guardia Civil denunciaron haber sido marginados por los Mossos d’Esquadra en las labores de investigación posteriores a los atentados. Los agentes autonómicos respondieron asegurando que se les oculta información de la Europol, un hecho que podría haber dificultado la obtención de datos sobre Abdelbaki es Satty, el imán de Ripoll al que se considera máximo responsable del reclutamiento y radicalización de la célula yihadista.

La particular batalla entre los diferentes cuerpos de seguridad se ha trasladado también a la arena política como trasfondo de la escalada independentista en Catalunya. En una entrevista concedida ayer a la Cadena Ser, Forn opinó que ha habido una intención de “considerar a la Policía catalana como de segunda”. El conseller se lamentó de que los agentes no hayan tenido acceso a la Europol: “No puedes decir que se podría haber evitado los atentados, pero es evidente que cuanta más información, más fácil es actuar”.

Forn, asimismo, se refirió a las comunicaciones extraoficiales en las que la Policía belga reclamó información sobre el imán de Ripoll a los Mossos d’Esquadra. “No alertan sobre una situación de peligro de esta persona en ningún momento. Se responde sobre lo que se pregunta”, quiso zanjar el miembro del Govern. - DNA

Detención en Marruecos. Las fuerzas de seguridad marroquíes arrestaron ayer en Casablanca a un hombre al que consideran sospechoso de haber sido el responsable de suministrar a la célula yihadista las bombonas que almacenaban en el chalé de Alcanar. El detenido trabajó como butanero y residió en Ripoll, al menos temporalmente, en el mismo edificio que Younes Abouyaaqoub, presunto autor del atropello masivo en la Rambla de Barcelona.