Gasteiz - Una furgoneta arrolló ayer a la multitud en un atestado Paseo de las Ramblas de Barcelona, causando al menos 13 muertes y dejando en su camino ochenta heridos, una quincena de ellos muy graves. Los hechos se desencadenaron en torno a las cinco de la tarde, cuando una furgoneta blanca de alquiler entró en la rambla central a la altura de la boca de metro situada al inicio de la arteria más concurrida de la capital catalana, en la Plaza de Catalunya, y comenzó a hacer eses, arrollando deliberadamente a su paso a decenas de personas y colisionando con varios coches, hasta que se detuvo a la altura del Teatro de Liceu y el mercado de La Boquería.

En mitad del caos, el conductor del vehículo huyó del lugar, pero en aquel momento nada se sabía de lo ocurrido, aunque el modus operandi indicaba, casi sin lugar a dudas, que se trataba de un atentado terrorista. Mientras, los mossos trataban de confirmar que Barcelona había sido atacada por el terrorismo yihadista, tanto los agentes autonómicos como la policía local emplazaban a los transeúntes a refugiarse en comercios, hoteles, bares y restaurantes y ordenaba echar la persiana a sus propietarios. Las escenas de pánico se sucedían, y tras la estampida quedó un panorama desolador en el corazón de Barcelona, sobre el que empezaron a trabajar los servicios de emergencias.

El centro de una ciudad eternamente abarrotada quedó desierto, solo los vehículos policiales iban arriba y abajo a la caza del autor de los hechos, que huyó a pie de la zona. Los fuerzas de intervención registraron bares y restaurantes en el entorno de las Ramblas sin éxito.

Fruto de estas actuaciones policiales y de la confusión reinante corrió el bulo de que el atacante estaba atrincherado en un restaurante turco cercano a La Boquería.

Entretanto, el presidente español, Mariano Rajoy; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; suspendían inmediatamente sus vacaciones, así como el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que se incorporaba a la reunión de urgencia del Centro de Coordinación Operativa de Cataluña (CECAT) convocada por el conseller de Interior, Joaquim Forn, órgano al que también asistió el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.

Mientras, el transporte público quedaba suspendido, miles de personas estaban atrapadas en sus vehículos, colapsadas las salidas de la ciudad por los controles policiales, y en las radios de los coches patrulla se lanzaba una primera descripción del autor de la masacre. Se trataba de un varón de un metro y setenta centímetros de estatura, vestido con una camisa de color blanco y rayas azules. La furgoneta, una Fiat de color blanco, con matrícula 7086JWD, pertenecía a la empresa de alquiler de vehículos Telefurgo.

“Se confirma atentado terrorista. Se ha activado el protocolo de atentado terrorista”, anunciaban e torno a las 18.00 horas, a través de Twitter, los mossos. Tirando del hilo, los agentes dieron al poco de producirse el atentado con el origen de la vehículo utilizado en el atentado, y con la sorpresa de que eran dos las furgonetas alquiladas por Driss Oukabir, un ciudadano natural de Marsella y residente en la localidad gerundense de Ripoll.

Oukabir, de 27 años, recogió la furgoneta utilizada en el atentado en la localidad barcelonesa de Santa Perpetua de la Mogoda, una localidad del Bagés Occidental ubicada a una veintena de kilómetros de Barcelona. Fue detenido en la localidad en la que reside, Ripoll, a noventa kilómetros de Barcelona y muy cerca de Vic, donde apareció la segunda furgoneta que había alquilado. Las fuerzas policiales confirmaron que no había explosivos en el vehículo.

Por otro lado, un Ford Focus se saltó uno de los controles establecidos a la salida de Barcelona, en Sant Just Desvern, y su conductor acabó muerto tras dispararle los mossos. El sospechoso eludió hacia las 19:45 horas el dispositivo de control de salida establecido en la avenida Diagonal de Barcelona tras el atentado, momento en el que atropelló a dos agentes. Los dos policías no sufrieron lesiones de gravedad, por lo que no se teme por su vida, informa Efe. De hecho, la agente, que es la que ha sufrido una mayor afectación, tiene el tobillo roto.

Los agentes del dispositivo antiterrorista dispararon contra el conductor del vehículo, que pudo proseguir su marcha, si bien fue localizado poco después, sin vida, a la altura del edificio Walden de Sant Just Desvern (Barcelona), a unos tres kilómetros de donde estaba establecido el control. Los Mossos d’Esquadra activaron a los artificieros del Tedax para inspeccionar el vehículo.

Además, los mossos vincularon el atentado con la explosión ocurrida anoche en una casa de Alcanar (Tarragona), en la que una persona resultó muerta cuando, al parecer, manipulaba bombonas de butano.

El mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, informó de que una de las dos personas detenidas por su posible implicación en el atentado de Barcelona fue arrestada precisamente en Alcanar y la otra en Ripoll (Girona).

En el centro de la capital, el Ayuntamiento activaba el Servicio del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (Cuesb) de atención psicosocial, en el que se integraron diez psicólogos para dar asistencia a los afectados, sean familiares de víctimas o testigos de los hechos. El equipo, también formado por trabajadores sociales y técnicos especializados en la atención en crisis sociales, priorizó la atención a las personas directamente afectadas, y familiares de víctimas, según ha informado el Ayuntamiento.

Casi nada se sabía a última hora de ayer de la identidad de las víctimas, aunque sí que las autoridades se estaban poniendo en contacto con diferentes consulados tras un atentado en el corazón de una de las ciudades con más afluencia de turistas del mundo. El ministro de Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, confirmó que una persona de nacionalidad belga figura entre las víctimas mortales.

Pasadas las nueve de la noche, el president Puigdemont comparecía para dar información oficial sobre el atentado y anunciar una nueva detención sobre la que no ofreció más detalles, y que era la posteriormente anunciada por los mossos en Alcanar.

El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado perpetrado este jueves en Barcelona, a través de una nota difundida por su agencia de noticias, Amaq, y en la que asume como propio el atropello en el que han muerto al menos 12 personas.

En la nota, recogida por el portal de seguimiento de información terrorista SITE, Estado Islámico identifica a los autores del ataque como “soldados del califato”, un término con el que se refiere a los miembros de la organización.

El grupo ha justificado el atentado como una respuesta a los llamamientos previos para atacar a “países de la coalición”, un argumento similar al que ha esgrimido en otros atentados recientes en suelo europeo. La reivindicación ha estado precedida por la celebración de sus seguidores en Internet, según SITE. Si se confirma, sería el primer atentado reivindicado por Estado Islámico en suelo español.