BILBAO - En la senda de la defensa de la memoria histórica -uno de los ejes del Gobierno Vasco esta legislatura-, el lehendakari dio a conocer ayer en Bilbao un protocolo de colaboración institucional para la puesta en valor del Cinturón de Hierro, la línea de fortificaciones de la Guerra Civil en torno a Bilbao. Este proyecto, que se suscribirá en las próximas semanas, consiste en declarar patrimonio cultural dicha construcción e incorporarla a los itinerarios de la memoria del Instituto Gogora. Durante el acto, Iñigo Urkullu destacó que la iniciativa busca conformar “una sociedad firme frente a la amenaza de la guerra, el terrorismo o cualquier violencia”.
En el jardín de la sede de Gogora se dieron cita representantes del Ejecutivo de Urkullu, de las diputaciones vizcaina y alavesa, y de los 33 municipios que atraviesa el Cinturón de Hierro. Así, acompañaron al lehendakari los consejeros de Cultura y de Gobernanza Pública, Bingen Zupiria y Josu Erkoreka, así como los regidores de Getxo, Imanol Landa; Derio, Esther Apraiz; o Laudio, Natxo Urkixo; entre otros.
El proyecto de conservación de este patrimonio cultural reparte las responsabilidades entre las instituciones. El Gobierno Vasco protegerá los elementos mediante la Ley de Patrimonio, mientras que las dos diputaciones forales y los ayuntamientos implicados se ocuparán de la consolidación y el mantenimiento de las estructuras. El Instituto de la Memoria, por su parte, se encargará de fomentar los itinerarios. A partir de septiembre se conocerán los detalles y se pondrá en marcha el plan de puesta en valor de las edificaciones militares.
En su intervención, el lehendakari quiso destacar la importancia del acuerdo institucional que apuesta por la “memoria democrática”, y por “construir y defender una convivencia y una sociedad basada en la paz y en la defensa de los derechos humanos”. Iñigo Urkullu recordó que el Cinturón de Hierro fue una obra fruto del “esfuerzo de colaboración” entre diferentes. Por ello, considera que tiene un “significado pedagógico” vigente: “Encuentra toda su resignificación en la actualidad, en lo que nos une en la diversidad”.
De esta manera, confió en que este plan de memoria histórica sirva para fomentar una ciudadanía “con criterios críticos” frente a la violencia. Además, Urkullu defendió que este tipo de iniciativas sirven para “sacar del olvido a las víctimas” y no olvidar “el sufrimiento injustamente padecido” en la Guerra Civil y el franquismo. “Debemos recordar a las personas que perdieron la vida, a los que resultaron heridos, a los que se tuvieron que exiliar y, en general, a las personas a las que les quitaron una vida digna”.
Por su parte, la directora del Instituto de la Memoria, Aintzane Ezenarro, destacó el trabajo previó realizado en el Cinturón de Hierro por parte de los municipios y de diversas asociaciones de memoria histórica. Ezenarro destacó que Gogora establecerá itinerarios para darle una unidad de sentido y discurso al proyecto, tratando de explicar el significado histórico de la fortificación que rodea la capital vizcaina.
una gran obra El Cinturón de Hierro fue una construcción faraónica levantada con el propósito de defender Bilbao del avance de las tropas franquistas al inicio de la Guerra Civil. Alrededor de 14.000 personas -hombres, mujeres e incluso niños- trabajaron edificando una serie de defensas que hicieran inexpugnable la capital vizcaina. Además de las fortificaciones principales, también se construyó la llamada Línea Inglesa, que unía Lemoiz con Maruri-Jatabe. Sin embargo, el Cinturón no logró impedir que los sublevados rompieran el frente en Larrabetzu y tomaran Bilbao en junio de 1937.