bilbao - Pedro Sánchez se dispone a retomar su interlocución con el PNV, un partido al que ya conoce por las negociaciones para su investidura fallida como presidente español, y por su entrevista con el lehendakari en julio de 2015. En el marco de su ronda de contactos, el líder del PSOE se volverá a reunir hoy con Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar en Lehendakaritza, una cita en la que estará presente la líder del PSE, Idoia Mendia, y donde buscará extrapolar de alguna manera al Congreso de los Diputados la sintonía que mantienen los dos partidos en los gobiernos de coalición de la comunidad autónoma.

No obstante, Sánchez será prudente y es consciente del terreno que pisa. El socialista ha llegado a la conclusión de que no hay mimbres para una moción de censura que desaloje a Mariano Rajoy de la presidencia española. No hay consenso en el Estado, y tampoco va a remover la cuestión en su cita con el PNV. Por otro lado, no se le escapan los acuerdos presupuestarios a los que han llegado los jeltzales con Rajoy, ni su voluntad de seguir influyendo en las Cuentas estatales para lograr traspasos competenciales. Es algo que asumen con naturalidad los socios del PNV en el Gobierno vasco, que van a dirigir la entrevista hacia otras pretensiones que tienen que ver con medidas concretas en el Congreso y cuestiones relacionadas con el autogobierno, como la reforma constitucional.

Mendia explicó ayer en una entrevista concedida a Onda Cero que Sánchez sondeará al PNV sobre la reforma constitucional. Quiere saber si los jeltzales apoyarían la creación de una comisión en el Congreso antes del 1 de octubre, fecha en la que está previsto que tenga lugar el referéndum de independencia catalán. En principio, se espera que el PNV participe en cualquier ámbito donde se debata con libertad sobre autogobierno. Sin embargo, mucho más comprometido para los jeltzales sería apoyar expresamente esa vía como solución para Catalunya. El PNV respeta la vía que ha emprendido el Govern y no quiere dar lecciones, menos aún cuando la reforma constitucional no ha provocado demasiado entusiasmo entre los soberanistas. Sánchez propone culminar el traspaso de competencias a Catalunya, mejorar la financiación, reconocer sus aspiraciones nacionales y crear un Consejo de Justicia catalán, entre otras cuestiones. No contempla el derecho a decidir, un punto que le distancia del PNV.

En la reunión, que comenzará a las 10.30 horas, va a sobrevolar la votación de la Ley Quinquenal del Cupo en el Congreso, un trámite que se producirá a la vuelta del verano. No obstante, ni el lehendakari ni el PNV tienen la menor duda de que el socialismo la va a respaldar, y no se espera que este debate consuma mucho tiempo en la reunión. A partir de ahí, Sánchez abordará todo un abanico de medidas sociales y propuestas para tumbar las medidas más controvertidas de Rajoy. Existe un amplio margen de acuerdo con el PNV, porque los propios jeltzales han impulsado propuestas para derogar la Ley mordaza y otras reformas del PP.

Para Mendia, “sería importante que el PNV acompañara al PSOE, junto con Ciudadanos y Podemos”, en la reforma de esas políticas. También adelantó que abordarán el Cupo, las transferencias y la reforma constitucional, y que Sánchez quiere “retomar esa relación buena que tuvo en el pasado con el PNV y con el lehendakari”. Aunque los jeltzales hayan apoyado a Rajoy en los Presupuestos y el techo de gasto, quiere su apoyo para cambiar “muchas políticas”.

Sobre el concepto de nación, se preguntó: “Si un territorio de España quiere definirse como nación, ¿por qué no va a poder ser posible, si eso hace que la mayoría de ese territorio quiera seguir viviendo con el resto de España y compartiendo ese proyecto común que es España?”.