bARCELONA - Al margen de los cambios introducidos en el departamento de Interior del Govern, hay otro cargo en los Mossos d’Esquadra que tiene mucho que decir en la jornada del referéndum de independencia. Es el llamado major de los Mossos, un cargo que estuvo vacante durante casi una década pero que fue recuperado por el propio Carles Puigdemont en abril, no sin recibir a nivel interno algunas advertencias sobre la conveniencia de designar a un jefe casi intocable al frente de los agentes catalanes. La figura del major no le da más competencias a quien la ocupa, pero es un reconocimiento a la independencia del Cuerpo y un cargo prácticamente blindado. Es una cuestión de jerarquía.

Este puesto lo ocupa Josep Lluís Trapero, conocido dentro del Cuerpo por su fuerte carácter. Poco se conoce más allá de esa faceta. Se ha cuidado mucho de hacer valoraciones políticas, y solo ha avisado a la CUP en una ocasión de que los agentes están ahí para cumplir órdenes judiciales. Sin embargo, al mismo tiempo se dice de él que tiene una buena relación con Puigdemont. No en vano, el propio president lo ascendió a major y recuperó esa figura institucional. Unos meses antes, en agosto, el president había aparecido en un vídeo tocando la guitarra en una fiesta privada mientras los asistentes, entre ellos Trapero, cantaban canciones de Serrat y los Beatles. Los sindicatos lo fían todo a que Trapero arroje algo de luz y fije un criterio claro a seguir el día de la votación. Está llamado a ser un rostro clave el 1-O. - M.V.