madrid - El expresidente Aznar dio ayer el enésimo tirón de orejas a Mariano Rajoy, esta vez con motivo del proceso soberanista catalán. El expresidente del Gobierno español le pidió que haga política en Catalunya sumando “voluntades” para articular una alternativa “amplia” al independentismo, pero también le pidió que no le tiemble el pulso a la hora de plantear medidas coercitivas y que se aplique la Constitución española con “normalidad”. A su entender, en vez de lamentar la “deslealtad” de los independentistas, hay que trabajar “democráticamente y en serio” para que no sigan gobernando.

“Hacer política ahora es sentar las bases de esa alternativa y decirlo claramente”, dijo José María Aznar en la clausura del curso de verano de FAES celebrado en San Lorenzo de El Escorial, donde el portavoz del PP, Pablo Casado, aguantó el chaparrón del expresidente. Aznar dijo que en Catalunya hay que procurar un “cambio estratégico”. “Hacer política es ganar votos, movilizar y fortalecer una sociedad civil que no quiere que el independentismo usurpe su identidad”, proclamó. Según dijo, el Govern de Puigdemont utiliza el “órdago” como forma de conducirse en política, y dijo que, si sigue así, “los medios legítimos de la Constitución y el Estado de Derecho no serán una opción”, sino el “deber de las instituciones democráticas de mantener la legalidad”. “Frente a los que han decretado ilegítimamente un estado de excepción, propongamos la normalidad de la Constitución y la ley”, pidió. - DNA/E.P.