MADRID - El PSOE explicó ayer que su viraje ante el tratado de libre comercio entre Canadá y la UE (CET) pretende ser un “serio aviso” de que esta formación “no se va a tomar a la ligera aspectos criticables” de futuras negociaciones sobre acuerdos de este tipo. Así se expresó el secretario de Economía del partido, Manuel Escudero, quien afirmó que el PSOE se abstendría en la votación para ratificar el CETA incluso en el caso de que esa postura tuviera como consecuencia que el proceso de ratificación en todos los Estados miembros se atascase en España. Si ese escenario se produjera España tendría “cierto margen de maniobra” para modificar las “medidas perniciosas” que introduce el CETA, señaló Escudero.
Las principales reservas que tiene el PSOE con el CETA tienen que ver con el sistema de arbitraje semipúblico que crea para la resolución de conflictos y que, en su opinión, favorece a los grandes inversores. Pero los socialistas también critican la falta de transparencia con la que se han llevado a cabo las negociaciones del tratado. Por ello, proponen que en el Congreso se cree una comisión permanente de estudios sobre futuros tratados comerciales.
Para explicar este cambio de posición ante el CETA a todas las federaciones, Pedro Sánchez ha iniciado una ronda de llamadas con todos los líderes regionales del partido, según informaron fuentes socialistas. -E.P.