GASTEIZ. Urkullu ha lanzado este mensaje al presidente del Ejecutivo español Mariano Rajoy, en el transcurso del pleno de control que celebra este viernes el Parlamento Vasco, en el que ha respondido a una pregunta del PP sobre la reunión que mantuvo el pasado día 19 con el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont.
El presidente del PP de Euskadi, Alfonso Alonso, ha pedido al lehendakari que aclare si su encuentro con Puigdemont implica un aval a la estrategia "unilateral" que lidera el presidente de la Generalitat en materia soberanista.
El dirigente del PP ha emplazado a Urkullu a desmarcarse del "choque de trenes" que plantean las instituciones y los partidos nacionalistas catalanes con su anunciado referéndum, y le ha solicitado que se mantenga en la actual "línea de colaboración" que mantienen los Gobiernos español y vasco, en el plano institucional, y el PNV y el PP, en el político.
Urkullu ha recordado que también el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, se ha reunido con el presidente de la Generalitat, y ha destacado que el PP en ningún momento ha calificado ese encuentro de "error", algo que sí ha hecho a la hora de referirse a su encuentro del pasado día 19 con Puigdemont.
"DERECHO A LA CONSULTA"
El lehendakari ha asegurado que la cita que mantuvo con el máximo responsable del Gobierno catalán fue "positiva", dado que contribuyó a un mejor conocimiento de la situación política e institucional de ambas comunidades autónomas.
Iñigo Urkullu se ha referido al debate en torno al referéndum soberanista que pretenden impulsar las instituciones catalanas. El lehendakari se ha mostrado partidario de "la institucionalización del derecho de la ciudadanía a ser consultada, de manera legal y pactada, sobre su postura". De esa forma, ha reiterado que defiende la necesidad de "conjugar" los principios "democrático" y de "legalidad".
"La legalidad no es inmutable; si se convierte en un corsé, ahoga las aspiraciones democráticas y no sirve para solucionar los problemas de las naciones y pueblos", ha asegurado.
REALIDADES "DIFERENCIADAS"
El lehendakari ha insistido en su compromiso con el "diálogo", y --en referencia a Catalunya y Euskadi-- ha reafirmado su intención de "avanzar en el autogobierno", aunque "cada uno desde su realidad nacional, política e institucional propias y diferenciadas".
Iñigo Urkullu ha subrayado que su encuentro con Puigdemont no fue un "error", dado que, en democracia, "dialogar nunca es un error". En este sentido, ha asegurado que su Gobierno hará "todo lo que esté en su mano" para "mantener el diálogo". De todas formas, ha precisado que en toda negociación "no se puede fijar el punto de llegada como punto de salida".
El lehendakari se ha mostrado partidario de ejercer la política "desde el principio de realismo" y desde la convicción de que la prioridad es lograr resultados "beneficiosos para el conjunto de la sociedad". Por ese motivo, ha reiterado que las leyes "no son inmutables" y que se deben cambiar si esas modificaciones "satisfacen las necesidades de los ciudadanos".
"RESPONSABILIDAD" DEL PP
Es en este aspecto en el que el Gobierno español, según ha dicho, debe "reconducir su posición". Para ello, ha emplazado al Ejecutivo español a actuar en tres planos. Por una parte, le ha invitado a "salir de la quietud" y a "reconocer la existencia de un conflicto entre voluntades sociales y mayoritarias que se manifiestan de forma divergente en Catalunya, Euskadi y el resto del Estado español".
Además, ha asegurado que el Gobierno central y el PP "deberían asumir su responsabilidad" en la situación actual en Catalunya, ya que ésta "se inició con la recogida de firmas" contra el Estatuto de Autonomía catalán impulsada desde el Partido Popular. Urkullu considera que el PP debe "reorientar su estrategia" y "trasladar el conflicto de un marco de enfrentamiento agonístico a un marco de entendimiento y diálogo".
También considera necesario que el Ejecutivo asuma la importancia de "conciliar las aspiraciones mayoritarias de las sociedades española, vasca y catalana", dado que es necesario "evitar la fractura social y política". Para lograrlo, ha estimado que hay que iniciar una vía de negociación y acuerdo basada en la "bilateralidad" y en las medidas "integradoras".