madrid - Los ánimos en el Congreso se están comenzando a caldear a medida que se acerca la esperada comparecencia de Luis Bárcenas ante la comisión que investiga la presunta financiación irregular del PP. El extesorero protagonizará una cita marcada en rojo en el calendario parlamentario dada la relevancia que podría tener su testimonio para un órgano que trata de depurar responsabilidades políticas y por el que el propio Mariano Rajoy tendrá que desfilar. Sin embargo, nada hace presagiar que el antiguo responsable de las finanzas populares vaya a poner en un aprieto a la formación de Génova, ya que asistirá -está obligado a ello-, pero se acogerá a su derecho a no declarar. Su estrategia de defensa ha alimentado las sospechas sobre un posible pacto de silencio, más aún si cabe tras las poco concluyentes declaraciones de la plana mayor del PP de Aznar ante la Audiencia Nacional.
La polémica comenzó a gestarse ayer desde primera hora con una información desvelada por el diario El Mundo en la que se apuntaba que Bárcenas quiere emprender un cambio radical en su defensa. El extesorero del PP estaría decidido a acometer cambios de gran entidad en su testimonio acerca de la presunta caja B del partido. En sus declaraciones en la Audiencia Nacional en 2013 y 2014, afirmó que la formación popular pagaba en negro una parte de sus campañas electorales y que existía una financiación paralela en todas las provincias. Este hecho, según Bárcenas, era conocido por los máximos responsables, incluyendo presidentes y secretarios generales. Incluso acusó a Rajoy de haber recibido sobresueldos en mano y de pagar sus trajes con dinero negro.
La repentina intención de Bárcenas de introducir severas rectificaciones en su testimonio coincide con su cita ante el Congreso y se da justo después de que Rato, Arenas, Acebes, Mayor Oreja o Álvarez Cascos basaran sus respuestas ante el juez en evasivas como “no lo sé”, “no lo recuerdo” o “no me consta”. Además, derivaron la responsabilidad financiera del PP al también extesorero Álvaro Lapuerta. Con todos estos ingredientes, la olla terminó de explotar ayer en los pasillos de la Cámara baja a instancias de dos de las bestias negras de los populares: Gabriel Rufián y Pablo Iglesias.
El primero en poner sobre la mesa un posible pacto de silencio fue el portavoz adjunto de ERC. Preguntado por la decisión de Bárcenas de no declarar en su comparecencia ante la comisión de investigación, Rufián no se anduvo con remilgos e insinuó que el PP podría haber negociado su testimonio. “Nos da a pensar que ha hablado con según quién de según qué sede de partido situado en la calle Génova”, sugirió el diputado catalán. A esas duras acusaciones se sumó después el secretario general de Podemos, quien dio por hecho la existencia de tal acuerdo y culpó a los populares de “practicar la omertá”. “El PP trata de proteger permanentemente a los corruptos. Que cada uno haga funcionar su imaginación y su inteligencia, pero es evidente”, expuso Iglesias.
EL PP SE DEFIENDE Al otro lado, destacados dirigentes del PP y del Gobierno español salieron en tropa a desmentir las acusaciones de Rufián e Iglesias. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, calificó las declaraciones como “ofensivas” e instó a demostrar las insinuaciones. “Si alguien quiere decir eso, tendrá que probarlo porque está imputando un delito”, planteó. Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, negó cualquier culpabilidad y se mostró hastiado: “Me molesta mucho que haya gente que pueda pensar eso o tan siquiera insinuar semejante necedad”.
Respecto a la estrategia de defensa de Bárcenas, desde Génova dicen mantenerse ajenos. “Lo que haga o deje de hacer será su decisión. No sabemos qué va a hacer, pero está claro que tiene que venir”, sostuvo Fernando Martínez-Maíllo. El coordinador general popular quiso trasladar que no están inquietos ante lo que pueda decir el extesorero y quiso aprovechar la ocasión para volver a poner en tela de juicio la utilidad de la comisión: “No nos preocupa salvo que se pretenda hacer con ella una causa general contra el PP”, apuntó.