barcelona - Gobierno, Generalitat, Ejecutivo vasco y Ayuntamiento de Barcelona rindieron ayer diversos homenajes a las víctimas del atentado terrorista de Hipercor, en una jornada repleta de actos de recuerdo pero también de polémica. El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, y el conseller de Interior, Jordi Jané, evidenciaron sus diferencias sobre el grado de cooperación policial, durante la inauguración de una exposición en Barcelona sobre los 30 años del atentado de Hipercor cometido por ETA, acto presidido por la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría. Zoido y Jané intercambiaron pullas sobre la colaboración entre los Mossos y el resto de fuerzas de seguridad. Organizada por la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo, en la muestra también han colaborado el Gobierno español, la Fundación de Víctimas del Terrorismo.

En su intervención, Jané afirmó que esta exposición “impulsa a no olvidar, porque ni queremos ni podemos olvidar que, en ningún caso, ninguna idea ni propósito puede legitimar nunca la barbarie, el terror, la violencia o los atentados. Nada lo puede justificar”. Jané dio su “apoyo absoluto a Mossos, Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana” en un momento de terrorismo yihadista e insistió en la “necesidad de colaborar”. Fue un claro mensaje dirigido al ministro del Interior con el que en las últimas semanas ha mantenido divergencias sobre la convocatoria de la Junta de Seguridad y la imposibilidad de acceder a bases de información policial europea y foros policiales estatales. “Necesitamos colaborar todos los gobiernos y todas las fuerzas y cuerpos de seguridad. No podemos permitirnos en ningún momento que la colaboración no sea la máxima posible. No podemos dejar de convocar nada si ello convoca a estar más unidos para hacer frente al terrorismo yihadista de nivel 4 sobre 5”, señaló.

Pero el ministro quiso dirigirse especialmente a los Mossos: “Sabéis que habéis compartido, en un régimen de igualdad con el resto de cuerpos, vuestras opiniones, inquietudes y desvelos. Todo se pone en común. Todos comparten el mismo contenido de las actas”.

Una potente explosión de un coche-bomba aparcado en el centro comercial Hipercor de Barcelona, ayer hizo 30 años, causó la peor masacre perpetrada por ETA, que asesinó a 21 personas -cuatro niños- y causó heridas a otras 45. A primera hora de la mañana, el president catalán, Carles Puigdemont, había llamado, ante los miembros de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, a “persistir” en el proceso soberanista catalán y, para ello, aludió a la “persistencia” que hubo en el combate contra ETA, en el 30 aniversario del atentado de Hipercor. Puigdemont dijo que “si no hubiera sido por la persistencia, este combate -contra ETA- no se hubiera ganado”. “En unos años diremos lo mismo: que hemos conseguido lo que el pueblo de Catalunya se ha propuesto porque persistimos, porque no nos resignamos”, añadió en alusión al referéndum independentista.

Ya por la tarde se celebró otro acto solemne de recuerdo en el que también estuvo el ministro Zoido, acompañado del president Puigdemont, el lehendakari Iñigo Urkullu y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Puigdemont fue abucheado al iniciar su intervención en el homenaje y recibido a los gritos de reproche de una parte de los asistentes, algunos de ellos como “Viva España” o “golpista”. La tensión del momento obligó al presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), José Vargas, a intervenir para pedir que se le permitiera continuar. Vargas cogió el micrófono con el que estaba intentando hablar Puigdemont y se dirigió hacia la parte de los asistentes que increpaban al presidente para pedirles “por favor” que se callaran. “Estamos en un acto de víctimas del terrorismo, no en un acto político”, manifestó el dirigente de la ACVOT, que con sus palabras logró acallar a las personas que protestaban, por lo que Puigdemont pudo continuar su discurso sin más interrupciones y, al finalizar, fue aplaudido por algunos asistentes.

Tanto el president como Colau pidieron perdón por si sus respectivas administraciones no siempre han sabido estar a la altura y ofrecer a las víctimas el suficiente “reconocimiento y calor”. - DNA/Efe