bilbao - El PNV cree que la moción de censura de Unidos Podemos contra Mariano Rajoy es un viaje a ninguna parte, una maniobra condenada al fracaso que ha sido concebida solamente para poner en un aprieto a los socialistas y retratar de paso al resto de la oposición. Por ello, los jeltzales van a pronunciar un discurso muy crítico con la iniciativa que defenderá hoy Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados.

El portavoz del PNV en la Cámara baja, Aitor Esteban, ultimaba ayer los detalles de un discurso centrado en Iglesias y en sus formas a la hora de presentar la propuesta. Pondrá en duda que su propósito sea desalojar a Rajoy. Le va a recriminar, en concreto, que no le corra tanta prisa tramitar las iniciativas del PNV que buscan tumbar el legado de Rajoy en cuestiones tan simbólicas para la izquierda como la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Esas reformas serían una forma de hacer efectivo el cambio a juicio del PNV, que sin embargo no ve el menor interés en Podemos. El descontento de los jeltzales no se centra tanto en cuestiones de fondo sobre la moción, sino de forma, porque cree que ha buscado un impacto mediático e incomodar al PSOE. En cuanto al fondo, el pacto presupuestario con Rajoy solo le ata para este año, y no le obliga a sostener al presidente durante toda la legislatura. Sin embargo, el PNV se va a abstener en la moción de censura porque no lleva detrás un programa de gobierno negociado con los grupos y no va a impulsar a Iglesias como presidente. Tampoco votará en contra para “caer en su juego” y que lo retrate junto a Rajoy.

El PNV no se explica las demoras sobre su propuesta de reforma de la ley mordaza. La iniciativa fue admitida a trámite por el Congreso, y lleva desde finales de abril atascada en comisión y sometida a constantes peticiones de ampliación del plazo de enmiendas (hasta un total de siete). Para los jeltzales, reformar las leyes más controvertidas de la primera legislatura de Rajoy se está convirtiendo en el cuento de nunca acabar por las peticiones del PSOE, que necesita tiempo para reconducir su crisis; y también por Unidos Podemos. Se da la circunstancia de que la ley mordaza es la bestia negra para el partido morado, porque establece sanciones elevadas para distintas formas de protesta, como los llamamientos a rodear el Congreso impulsados por el colectivo 15-M y otros con fuerte vinculación sentimental con Podemos.

El PNV propone reformar 44 puntos. Quiere eliminar algunas sanciones y establecer criterios de proporcionalidad para otras. Por ejemplo, quiere que desaparezcan como infracción grave las citadas reuniones ante el Congreso y el Senado, y el uso de imágenes de las fuerzas de seguridad. También quiere eliminar como sanción muy grave las manifestaciones no comunicadas.

Se calcula que el PNV podría intervenir en el debate a primera hora de la tarde. Desde el grupo jeltzale aseguran que nadie ha presentado a Esteban un programa de gobierno. La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, se ha acercado en un par de ocasiones al jeltzale en los pasillos del Congreso para emplazarle a una reunión que, según las mismas fuentes, nunca llegó a concretarse. El PP tampoco ha llamado al PNV para tratar de amarrar su voto a favor, y los jeltzales siguen invocando su libertad al margen del pacto presupuestario para este año.