madrid - La moción de censura que Podemos presenta mañana no prosperará ni logrará sumar grandes apoyos. Ante este previsible fracaso, Pablo Iglesias emplazó ayer a los socialistas a que presenten ellos posteriormente otra moción que la formación morada apoyaría, pero con condiciones. La principal de ellas, que Ciudadanos no esté en un hipotético acuerdo para desalojar del Gobierno a Mariano Rajoy. “No se puede decir que Ciudadanos tenga que estar ahí, ya ha demostrado lo que es, es el bastón del Partido Popular, mintió a sus electores, sostiene al PP en Murcia, en Madrid y en España. Hay que construir la alternativa por otro lado”, argumentó Iglesias.

En el seno del PSOE no descartan presentar su propia moción próximamente, siempre y cuando se aseguren un determinado número de respaldos. Como ya expresó el viernes el portavoz parlamentario, José Luis Ábalos, los socialistas podrían presentar en el futuro una iniciativa “mejor planteada y que cuente con más apoyos”.

De cualquier manera, el secretario general de Podemos cree que la moción de censura de mañana es necesaria y servirá para que su formación pueda explicar su proyecto alternativo de país desde el hemiciclo del Congreso. Pablo Iglesias se muestra convencido de que demostrará que están preparados para gobernar, emplaza a los socialistas a ponerse de su lado y niega buscar un “trampolín” para futuras elecciones. “Vamos a dar el primer paso para que después otros se puedan unir a la oposición”, anticipa.

De esta manera, la principal esperanza de Podemos de cara a la moción es que le permita visibilizarse como la principal alternativa de Gobierno, frente a un PP cercado por la corrupción y al que acusan de “parasitar” las instituciones y la democracia. Así lo expresó ayer Iñigo Errejón, que vaticinó que sembrarán “la idea de que hay una alternativa”. “Si el PP quiere atrincherarse, taparse los ojos y hacer como si no pasara nada, lo único que está haciendo es comprar tiempo”, expresó.

Sin embargo, la elección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE ha complicado los planes de Iglesias, que ahora tiene más difícil erigirse como la única oposición a Rajoy. Ante este escenario, en la formación morada trabajan para rentabilizar al máximo la iniciativa parlamentaria de mañana y que no se vuelva en su contra.

Para ello, Pablo Iglesias tratará de ofrecer un perfil presidencial en su intervención, a semejanza de Felipe González en la moción que presentó contra Adolfo Suárez en 1980. Otro de los objetivos de Podemos es poner en evidencia que el Ejecutivo de Rajoy no cuenta con una mayoría parlamentaria estable. De cualquier manera, todo apunta a que Iglesias no obtendrá mayores apoyos que los de su propio grupo parlamentario, sus socios de Compromís, los de Esquerra y posiblemente los de EH Bildu. Es decir, un total de 82 votos de los 350 diputados que conforman el Congreso.

RAJOY OCULTA SUS CARTAS Mientras tanto, el presidente del Gobierno español mantiene la incógnita sobre si intervendrá en el transcurso de la moción de censura, consiente de que dar pistas sobre su estrategia puede beneficiar a Podemos. Según indican fuente de Moncloa, Mariano Rajoy se reserva todas las opciones hasta el mismo momento del debate en el hemiciclo. En el Ejecutivo creen que la moción puede ser una buena oportunidad para dejar en evidencia las políticas “inviables” de Pablo Iglesias, sobre todo en materia económica. Además, destacan que Rajoy es un buen orador capaz de acorralar a Iglesias cuando considere oportuno, ya que puede intervenir en cualquier momento de la sesión.

En el PP esperan un debate farragoso porque todos los grupos de la oposición subirán a la tribuna para afear al Ejecutivo sus casos de corrupción, después de que en las últimas semanas el foco informativo haya estado en la operación Lezo, en las nuevas revelaciones de la trama Púnica y en la citación como testigo al presidente del Gobierno por el caso Gürtel.