madrid - Tras más de una semana de guerra fría entre los máximos dirigentes de PP y PSOE, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, respectivamente, el pasado lunes se rompió por fin el hielo y el recién reelegido secretario general de los socialistas se puso en contacto con el presidente español para expresarle su total apoyo en la cuestión catalana. Una disposición que el líder popular saludó ayer calificándola como “una circunstancia muy positiva”, aunque, según su interpretación, fue la “ratificación” de algo que ya esperaba: la suma del PSOE en el rechazo al referéndum soberanista.
De hecho, Rajoy recordó que un día después de que Sánchez fuera designado nuevo secretario general del PSOE, ya aseguró en una comparecencia en la sede del PP en Génova que no tenía “la menor duda” de que esa formación iba a estar “donde siempre ha estado, con la Constitución, con la unidad nacional y con la soberanía nacional”. Durante una rueda de prensa ofrecida en la ciudad portuguesa de Vila Real junto a su homólogo luso, António Costa, como cierre de la cumbre bilateral que ambos presidieron desde el lunes, el presidente español valoró que “esto ha sido una ratificación de algo que todos esperábamos y es un hecho y una circunstancia muy positiva el que se haya producido”.
Respecto a la posibilidad de llevar a cabo una ronda de consultas o formar una mesa de partidos constitucionalistas para hacer frente al proceso soberanista catalán, como ha propuesto el PSOE, Rajoy valoró que esa es una cuestión procesal y que lo fundamental es estar de acuerdo en el fondo del asunto. “Hacer una mesa, no me lo he planteado francamente. Lo importante es que haya diálogo, haya coincidencia y que todos tengamos claro que vamos a defender principios tan elementales como la soberanía nacional y la unidad de nuestro país”, manifestó el jefe del Ejecutivo español.
Sobre esta misma cuestión, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se mostró ayer dispuesto a sentarse “en cualquier mesa” de diálogo para solucionar el conflicto soberanista en Catalunya, al tiempo que rechazó tanto las medidas unilaterales como la posición “bunkerizada de aislamiento del PP”. A preguntas de los periodistas en los pasillos del Congreso, el líder de la formación morada dijo que “somos demócratas, estamos a favor del dialogo” y la postura del PP “solo contribuye a hacer que el auge del independentismo crezca”. “Nos parecería muy sensato que en Cataluña hubiera un referéndum legal y pactado que permitiera mirar con altura de Estado una cuestión fundamental para entender España, que es la plurinacionalidad”, zanjó.