MADRID. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha vuelto a hacer un llamamiento para que el Gobierno del presidente español, Mariano Rajoy, investigue la presunta agresión sufrida por el embajador venezolano en España, Mario Isea, y ha pedido al rey, Felipe VI, a que "ponga orden" ante las agresiones de "fascistas" a latinoamericanos.

En un discurso pronunciado desde el Palacio de Miraflores, Maduro ha preguntado a Rajoy por qué permitió "la agresión contra el embajador" Isea y contra el centro cultural 'Venezuela Diversidad Cultural' de Madrid, en referencia a la protesta que tuvo lugar la semana pasada en la que un grupo de opositores venezolanos residentes en la capital española impidió salir a la calle tanto al embajador como al resto de asistentes a un acto celebrado en el centro.

En su intervención, ha aprovechado para preguntar también por qué permite "la agresión en las calles de grupos fascistas y franquistas contra hombres y mujeres de América Latina" por considerarlos 'chavistas'. "Yo he viajado por el mundo, más de 90 países conozco y sé que en estos países las leyes contra la segregación racial, la discriminación sexual, la persecución política y el enaltecimiento del fascismo y el nazismo son severas", ha explicado, en referencia a su período como ministro de Relaciones Exteriores.

"Si usted pasa y dice: 'Este señor me está discriminando por mi color o condición sexual, inmediatamente la Policía actúa, y después los jueces. Y hay castigo y justicia", ha explicado. Maduro hace referencia a una escena que ha circulado por las redes sociales en las que se ve cómo un grupo de personas persiguen a un hombre de nacionalidad peruana insultándole tras haberle identificado como 'chavista'.

Así, Maduro ha pedido una "respuesta oficial" al Gobierno español y ha instado al monarca a "tomar cartas en el asunto". "Ponga orden en el racismo y el fascismo que está surgiendo de la derecha española", ha señalado.

No obstante, ya la semana pasada, el Gobierno español rechazó las "inaceptables" declaraciones de Maduro acusando a Rajoy de permitir la presunta agresión contra el jefe de la misión diplomática y le acusó de tratar de "desviar la atención de la profunda crisis" que vive su país.

De hecho, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, desmintió la versión del embajador y dijo que "en ningún momento" se había producido "un secuestro", sino que el diplomático pudo haber abandonado el edificio en cualquier momento dado que la Policía desplegada en la zona garantizaba "su salida segura" y "las salidas nunca estuvieron bloqueadas".