MADRID - Mariano Rajoy se está encontrando con el camino cada vez más empedrado de cara a la declaración que tendrá que realizar en la Audiencia Nacional como testigo dentro del juicio por la primera época de actividad de la red Gürtel. Al propio shock que supuso su citación, inédita en el caso de un presidente del Gobierno español, le han seguido no pocos hitos dentro de los casos de corrupción que han vuelto a situar al PP en el centro del huracán: la operación Lezo por la que el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, permanece en prisión; la rebelión en el seno de la Fiscalía Anticorrupción por las trabas y chivatazos que habrían rodeado a este operativo; la imputación de la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa... Y el supuesto chantaje que habría sufrido el propio Rajoy con una grabación en la que un empresario admite haber realizado pagos al extesorero del PP Álvaro Lapuerta. Un intento de extorsión que Rajoy habría solventado recurriendo a Luis Bárcenas, que pagó a su vez al propietario de dicha grabación para silenciar el asunto.

Así lo afirma con todo lujo de detalles Ignacio González en una conversación con el exministro popular Eduardo Zaplana que fue intervenida por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el pasado 19 de febrero en el despacho del expresidente madrileño, y que forma parte del sumario de Lezo, según revelaron ayer medios como La Sexta y El Español. Moncloa tuvo que salir al paso de estas informaciones y, en la rueda de prensa semanal posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Ejecutivo Iñigo Méndez de Vigo negó “rotundamente” que el presidente español fuera chantajeado con esa grabación, al parecer un archivo de audio almacenado en formato DVD. “No, no, no y no”, negó por cuatro veces el también ministro de Educación. Eso sí, no puso ninguna objeción a la existencia de la propia “cinta”, y tal y como la define Ignacio González en la conversación interceptada por la UCO.

Méndez de Vigo puso de manifiesto que Rajoy -que mañana inicia un viaje oficial a China- alberga una preocupación especial por este asunto, ya que el presidente español le llamó por teléfono antes de la rueda de prensa para que negara en su nombre el chantaje. “Rechaza profundamente que se haya producido un chantaje en estos términos”, transmitió el portavoz. Añadió que “cualquiera que conozca medianamente” al presidente del Gobierno “sabe que no se le puede chantajear de ninguna manera”.

Ofrecida a Venezuela Según el relato de los hechos conocido ayer, el chantaje habría sido llevado a cabo por el exdiputado autonómico del PP y actual presidente del Grupo Intereconomía Julio Ariza. Lo habría hecho además por mediación de Ildefonso de Miguel, exgerente de la empresa pública Canal de Isabel II y uno de los imputados en la operación Lezo. En la grabación a Ignacio González -fruto de la colocación de micrófonos en su despacho tras el chivatazo que le advirtió de que estaba siendo investigado y tenía el teléfono móvil intervenido-, este hace referencia a una “puta cinta” que le habría sido ofrecida al Gobierno de Venezuela por diez millones de euros. Según la conversación en la que Eduardo Zaplana ejerce de interlocutor, Rajoy recurrió a Luis Bárcenas para solucionarlo: “Le soltaron pasta por la puta cinta. Para taparlo”, afirma González.

En declaraciones a La Sexta, Julio Ariza negó rotundamente haber chantajeado al presidente español y acusó a González y Zaplana de ser “unos bocazas y unos extorsionadores”. Sí admitió que al periódico La Gaceta llegó de forma anónima una grabación sobre supuestas mordidas al PP, pero que finalmente no publicaron la información porque no pudieron confirmarla tras ponerse en contacto con el empresario que realizó los pagos a Lapuerta. El actual presidente de Intereconomía anunció además que emprenderá acciones legales contra “quien afirme que nosotros hemos hecho un intento de chantaje” a cualquier persona, no solo a Rajoy.

Pagos a Rajoy En la conversación intervenida al sucesor de Esperanza Aguirre al frente de la Comunidad de Madrid, este apunta además a que Rajoy también podría haber recibido pagos. Ildefonso de Miguel “le sacó una grabación a un empresario diciendo que le daba pasta a Álvaro Lapuerta y no sé si a Rajoy”, asegura. Agrega que “Ildefonso cogió esa cinta porque nos estaban atacando y se la dio a Julio Ariza. Y ahora me he enterado de que Ariza, con esa cinta, se fue a chantajearle”. Algunas fuentes especulaban ayer con la posibilidad de que, consciente de que estaba siendo sometido a escuchas dentro de un operativo judicial en marcha, Ignacio González podría haber intentado encender el ventilador y extender las culpas de forma consciente.

Chantaje a Rajoy. En una conversación mantenida por Ignacio González con Eduardo Zaplana el 19 de febrero en su despacho, el expresidente madrileño le relata un caso de chantaje sufrido por Mariano Rajoy. En referencia al exgerente del Canal de Isabel II Ildefonso de Miguel, asegura que “le sacó una grabación a un empresario, que tengo que hacer memoria de la empresa que era, diciendo que le daba pasta a Álvaro Lapuerta y no sé si a Rajoy”. Agrega que “Ildefonso cogió esa cinta porque nos estaban atacando y se la dio a Julio Ariza, y ahora me he enterado de que Julio Ariza, con esa cinta, se fue a ver a Mariano a chantajearle”. Según él, “se la ofrecieron al Gobierno venezolano por diez millones de euros”.

El papel de Bárcenas. González continúa su relato desvelando el papel desempeñado por Luis Bárcenas. “Yo pensaba que esto ya había quedado tal cual y me dice el abogado que le ha contado Bárcenas que él tuvo que negociar con Ariza y que le soltaron pasta por esa puta cinta. Para taparlo”, asevera.