Gasteiz - ¿Desde cuándo se viene gestando el malestar que desembocó en su declaración pública?
-Esto no es nuevo, ni muchísimo menos, viene del congreso extraordinario de junio. Ya entonces se planteó cuál era la mejor manera de que EA aportase a EH Bildu. No fuimos capaces de llegar a un consenso, y por tanto en ese congreso de junio ya era más que evidente que había un malestar, que había unas discrepancias internas considerables. Por eso no es una sorpresa que haya salido ahora, en un proceso precongresual, es algo lógico. El malestar era conocido por todos y cada uno de los militantes de Eusko Alkartasuna.
¿En qué se concreta la falta de democracia interna que denuncian?
-En que los militantes no hemos tenido participación suficiente en la elaboración, por ejemplo, de los documentos que se han puesto encima de la mesa para el proceso constituyente de EH Bildu. Como afiliados vamos a participar, obviamente, en ese proceso constituyente, es algo que no se discute en absoluto, pero no queremos tomar decisiones precipitadas que nos lleven a que este instrumento deje de funcionar. Tenemos un compromiso, y si no hiciéramos lo que estamos haciendo, si dejamos que este proceso siga este camino con los documentos tal y como están, estaríamos eludiendo nuestra responsabilidad como partido, hasta ese punto lo digo. EA no puede eludir la responsabilidad de aportar a EH Bildu.
¿Cómo van a elegir a ese candidato alternativo que quieren presentar al congreso?
-Un partido no se lleva con una persona, tiene que dirigirlo el mejor equipo, arropado por la militancia. Precisamente porque sabemos que tenemos el apoyo de la mayoría social de EA, por lo que se ha visto que se ha ido pidiendo en los diferentes debates, queremos construir el mejor equipo para guiar el partido. Hemos empezado a preguntar a personas que pueden ser idóneas, ese proceso ya ha empezado, y de la mano de la militancia además. Lo que no podemos hacer es pedir el empoderamiento de la afiliación y ponerles el equipo ya hecho.
Su puesta de largo la han respaldado rostros relevantes e históricos del partido. ¿Perseguían hacer una demostración de fuerza?
-En la foto del domingo se vio a gente de cuyo trabajo en EA nadie puede dudar, que ha vivido batallas seguramente mucho más duras que ésta. Pero mucho más importante que eso es que en los diferentes debates que se han dado, no todos los que nos hubiese gustado, ha quedado claro que la militancia apostaba por los principios que planteamos.
¿Puede este proceso de crisis acabar perjudicando al partido?
-Las discrepancias dentro de un partido son saludables y hay que llevarlas con la mayor de las democracias internas, no debería haber ningún problema. Como he dicho antes, estamos aportando para no eludir nuestra responsabilidad. EH Bildu es el único instrumento capaz de aglutinar a una mayoría social de Euskal Herria, no solo de cara a las elecciones de 2019, sino también para un proyecto soberanista a no muy largo plazo, y no podemos dar ningún paso que nos lleve a equivocarnos. Por eso es muy importante que en EH Bildu se vean todas las sensibilidades. En Europa estamos viendo que cuando no hay una presencia clara de la socialdemocracia, la gente del centro se va a la derecha, y por eso creemos que EA es importante para que aquellos votantes o posibles votantes del PNV que no están cómodos con ciertas cuestiones, con cómo lleva el tema de la construcción nacional, con el apoyo al PP, no se sientan sin referencias. Hay que aglutinar a esa pluralidad, y por eso EA es necesaria.
El peligro de dilución de EA en el seno de EH Bildu del que advierten, ¿lo enmarcan básicamente en esa posible pérdida de su carácter socialdemócrata?
-EH Bildu dejaría de servir en el momento en que se convierta en un partido único. Es algo evidente, cada cual venimos de caminos diferentes, y eso es sano, se tiene que ver tanto la socialdemocracia de EA, como los caracteres de Sortu, de Aralar y de Alternatiba, y además los independientes tienen que tener su sitio, como lo tienen ahora. Y si hay algún problema a la hora de gestionar esa pluralidad habrá que arreglarlo, pero eso no quiere decir que tenga que desaparecer la soberanía de los partidos en ese espacio. No podemos permitir eso.
Reclaman primarias. ¿Es una censura hacia el actual secretario general, Pello Urizar?
-No, se trata de dar pasos para que la militancia aporte, a través de primarias o de la participación en la elaboración de estos documentos; no es suficiente que pasen, y ya está, por la Asamblea Nacional. Cualquier militante se tiene que sentir partícipe, si no te dejan participar, primero vas a dejar de acercarte a la sede, luego vas a dejar de leer las cartas que te mandan y luego dejas de votar.
¿Hay posibilidad de acuerdo o están ya rotos todos los puentes?
-La lista que va a salir de este proceso ni siquiera es alternativa, es integradora; el proyecto que hay encima de la mesa tiene que salir de lo que proponga la militancia. Nosotros hemos recogido el guante que se lanzó en el congreso extraordinario. Entonces no llegamos a acuerdos en relación a este tema y hubo un ofrecimiento por parte de la dirección de tender puentes, de ir trabajando consensos, y eso no ha pasado.
¿Qué ocurrirá si finalmente pierden en su apuesta?
-Seguiremos siendo militantes, apoyando el proyecto de EH Bildu, y siempre que nos pidan opinión la daremos. Llevamos muchos años en EA, unas veces hemos salido más contentos, otras menos, pero aquí hemos seguido y aquí vamos a seguir.