Bilbao - Tras una larga fase de instrucción por la muerte del joven Iñigo Cabacas como consecuencia del impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza, la magistrada titular del Juzgado número 10 de Bilbao decidió en un auto del pasado 31 de marzo imputar a tres mandos policiales por un presunto delito de homicidio por imprudencia profesional grave. Ello hizo prever la inminente apertura de juicio oral para esclarecer las responsabilidades por los hechos ocurridos el 5 de abril de 2012. La Fiscalía, sin embargo, echó ayer un jarro de agua fría sobre las expectativas de la familia del basauritarra fallecido tras un partido de competición europea del Athletic al pedir el sobreseimiento provisional del procedimiento. Argumenta para ello que, pese a “los esfuerzos realizados a lo largo de la extensa y pormenorizada instrucción, no ha podido determinarse el autor directo” del tiro que acabó con la vida de Cabacas.
En su auto del pasado marzo, la jueza archivaba las actuaciones contra los únicos tres ertzainas que admitieron haber disparado durante los incidentes ocurridos en las inmediaciones de San Mamés. Al mismo tiempo, imputó a tres mandos responsables de otras tantas furgonetas antidisturbios que actuaron esa noche, tras lo que pidió a las partes que solicitaran la apertura de juicio oral o el archivo del caso. La Fiscalía Provincial de Bizkaia optó ayer por esta segunda opción porque, al margen de la responsabilidad material del disparo, “tampoco se han podido determinar otras formas de autoría que darían lugar a un reproche en el ámbito penal”. Ello contradice la opinión de la jueza instructora, que consideró en su auto que “concurren indicios racionales del delito de homicidio por imprudencia profesional” en el caso del oficial y dos suboficiales imputados. A su juicio, el disparo de pelotas de goma en un concurrido callejón de María Díaz de Haro provocó “un riesgo inadmisible que se materializó con el fatal resultado, cuando precisamente su función era garantizar la seguridad ciudadana”.
El Ministerio Público se muestra de acuerdo con que algunos de los disparos “se efectuaron con infracción de los principios básicos de proporcionalidad, prudencia, necesidad y seguridad”. No obstante, precisa que “es posible” que algunos de ellos “pudieran ajustarse a los principios de proporcionalidad y legalidad, siendo necesarios para cortar los graves incidentes que se estaban produciendo y que no pudieron resolverse con disparos sin pelota”. Argumenta a su vez que “la relación de dependencia jerárquica respecto a los autores materiales de un hecho delictivo no determina en sí misma que el superior ordene, autorice o tenga conocimiento de las actuaciones llevadas a cabo por el inferior a la escala jerárquica”.
Decisión esperada La abogada de la familia Cabacas, Jone Goirizelaia, valoró que la decisión de la Fiscalía de pedir el sobreseimiento “era una crónica de lo que iba a pasar: no pedir que se transforme el procedimiento, no pedir que se hagan acusaciones e imputaciones” y compartir el criterio de “los recursos de las defensas”. En declaraciones a Radio Euskadi, Goirizelaia agregó que “no deja de ser una actitud sorprendente, desde el punto de vista de la actuación que tiene que tener en la causa el ministerio fiscal, de investigación de los hechos en profundidad y depuración de las responsabilidades penales”.