VITORIA- El PNV ha encauzado buena parte de sus demandas históricas en el marco de la negociación presupuestaria con el Gobierno español. Además, comienza a calar el planteamiento de las relaciones en pie de igualdad en cuestiones como la Er-tzaintza, que junto al Concierto es uno de los pilares del autogobierno vasco. Ambas partes anunciaron ayer un acuerdo sobre cuestiones que llevaban años atascadas, como el Cupo; pactaron por primera vez un calendario con actuaciones concretas para las obras del tren de alta velocidad; y dieron cauce a demandas clave como el acceso de la Ertzaintza a las bases de datos internacionales y que, si se encontrase en medio de una persecución, no tenga que darse la vuelta y marcharse por donde ha venido cuando sobrepase los límites territoriales de la comunidad autónoma. Esos avances llegan en plena amenaza yihadista y tendrán incidencia en la seguridad y la persecución del terrorismo. Así se detalla en un documento de 11 páginas con 36 puntos que toca todas las áreas y que, a juicio del PNV, afecta a todos los rincones y ciudadanos vascos. A cambio, dará su apoyo a los Presupuestos estatales de este año, empezando por la votación de hoy, donde sus cinco escaños ayudarán al Gobierno español a rechazar las siete enmiendas a la totalidad que amenazaban la tramitación.

El PNV cree que los avances que ha arrancado a Rajoy compensan la campaña de desgaste que pueda sufrir por pactar con un partido acorralado por las acusaciones de corrupción. No se trata solo de inversiones, sino de cuestiones de trasfondo político, lo que el lehendakari denominaba “el fuero y el huevo”. Se ve con claridad en el caso del acuerdo sobre la Ertzaintza para que acceda a las bases de datos internacionales en pie de igualdad sin tener que pasar por la ventanilla estatal, y que no tenga que retirarse de una persecución para ser relevada por la Policía española cuando sobrepase las fronteras vascas. A todo ello se suma el acuerdo que ya se conocía y se volvió a ratificar ayer en relación a que el único criterio para fijar el número de plazas de las convocatorias de empleo en el Cuerpo sea el número acordado en la Junta de Seguridad entre ambos gobiernos.

Los jeltzales han visto atendidos los cuatro bloques que habían planteado, a lo que conceden especial valor en un contexto de estrecheces presupuestarias. Finalmente, la necesidad de apoyos del PP ha desbloqueado cuestiones que llevaban años atoradas. Ha habido acuerdo en el Cupo, la factura eléctrica que lastra a la industria vasca, cuestiones en materia de autogobierno e inversiones ferroviarias. La parte más relevante y que suponía una condición irrenunciable para el PNV era la negociación del Cupo, el dinero que paga Euskadi a Madrid por las competencias no transferidas, como la Corona, el Ejército, los puertos y los aeropuertos. Las cifras acordadas se acercan mucho a las que había planteado el Gobierno Vasco de Urkullu, que ha visto cómo el contencioso se resuelve en términos satisfactorios para sus intereses tras diez largos años de conflicto con diferentes gobiernos españoles.

En concreto, se ha sellado de una sola tacada la paz fiscal para quince años. Por un lado, se ha zanjado la liquidación de las cantidades de los diez últimos años, donde Madrid devolverá 1.400 millones a las instituciones vascas por una aplicación errónea de los parámetros a lo largo de todo este tiempo. Por otro lado, se ha acordado el Cupo para este año, que se situará en 956 millones de euros tras el descuento de las políticas activas de empleo, y servirá como base para elaborar la Ley Quinquenal hasta 2021. Redactar esa ley era una cuestión clave para el PNV, que deseaba fijar con claridad el método de cálculo para que el conflicto no se repitiera año tras año. Este pacto supone garantizar la paz en materia fiscal durante toda la legislatura de Rajoy. Además, se convocará una Comisión Mixta para abordar otras cuestiones relacionadas con la concertación de impuestos. Para encontrar lo más similar a este pacto hay que remontarse a 1996 y al acuerdo con Aznar para ampliar los impuestos concertados y las potestades sobre el IRPF.

En cuanto a la Ertzaintza, ayer logró encarrilar su entrada en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, que acceda a las bases de datos de la Europol en las cuestiones que esté implicada, y que se incorpore como agente habilitado para llevar a cabo “persecuciones en caliente” más allá de su territorio. Fue la gran sorpresa de la jornada.

el futuro de las competencias Por el contrario, la ley vasca que busca reparar los abusos policiales sufridos entre 1978 y 1999 no ha entrado en las negociaciones. El día 10 acaba el plazo para evitar que Madrid la recurra ante el Tribunal Constitucional. Los equipos jurídicos siguen en contacto, pero se desconoce el desenlace. Cabe recordar que en los últimos tiempos ya se ha rebajado la litigiosidad entre ambas partes, con acuerdos para no recurrir la Ley Municipal vasca o la de Iniciativa Legislativa Popular.

El PNV desea que el nuevo clima de confianza que se ha instaurado en las relaciones ayude a desbloquear este punto y otros que no han estado en las conversaciones, como la política penitenciaria, los traspasos de prisiones y Seguridad Social, y el futuro estatus de autogobierno. La paz ha estado fuera porque el PNV no quería mezclarla con los Presupuestos, y no se ha hablado de competencias porque está en otra fase, la del nuevo estatus, aunque no renuncia a exigir esas cuestiones en otros contextos negociadores porque son derechos por ley.

Los otros bloques de mayor calado en el acuerdo se refieren a la competitividad de las empresas vascas para crear riqueza, y al impulso de las infraestructuras en los tres territorios con cambios que van a afectar a la calidad de vida de los ciudadanos, como la eliminación de unos cuantos pasos a nivel conocidos por su elevada peligrosidad y los accidentes que han provocado, o el impulso de la Variante Sur Ferroviaria para que el traslado de mercancías no perturbe a los vecinos de Ezkerraldea y Mea-tzaldea. En ese último caso, va a producirse una encomienda de gestión a la comunidad autónoma antes del día 30, de manera que los ritmos de la obra quedan en sus manos.

En el primer bloque de competitividad, el eje principal es la factura de la industria vasca, que estaba conectada a una red más antigua. Se van a unificar las tarifas a partir del próximo año, lo que supondrá un ahorro de unos 50 millones anuales. El PNV espera que se traduzca también en una mayor creación de empleo.

En cuanto a las infraestructuras, se ha fijado un cronograma concreto de actuaciones para impulsar el tren de alta velocidad, que estará operativo en 2023. Habrá inversiones en otras infraestructuras que tienen impacto económico sobre el entorno porque ejercen de enlace entre centros logísticos y puertos para el traslado de mercancías. Se va a remodelar la terminal de Jundiz en Álava, y se va a construir la plataforma de Lezo-Pasaia. Cabe destacar que, como sucede en estos dos casos, algunos compromisos son plurianuales y abarcan hasta las Cuentas del año que viene, que comenzarán a negociarse en junio con la tramitación del techo de gasto. Al PNV no le temblaría el pulso a la hora de seguir negociando con el PP para satisfacer las demandas vascas, pero no sabe si sus votos van a seguir siendo influyentes o si los cambios en el PSOE van a alterar las alianzas.

El peso de las conversaciones lo han llevado el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban; y la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque ha sido determinante el impulso de alto nivel que han proporcionado el líder de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, y el presidente español, Mariano Rajoy. Ortuzar aterrizó el martes en Madrid para limar los escollos pendientes,y el lehendakari también se ha mantenido en contacto con Rajoy por vía telefónica. Ayer mismo tuvieron una última conversación a las 10.00 horas.

Cupo. Se acuerda la liquidación de los últimos diez años (se devolverán 1.400 millones a la CAV) y se fija en 956 la cuantía de este año, como año base de la Ley Quinquenal hasta 2021.

Ertzaintza. Entrada en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado, incorporación como agente habilitado para las persecuciones en caliente, y acceso a expedientes de la Unidad Nacional de Europol.

Factura eléctrica. Se unificarán las tarifas a partir del año que viene para aliviar el coste de la empresa vasca, conectada a una red más antigua. Su impacto será de unos 50 millones anuales.

Infraestructuras. Calendario para el TAV, renovación de la terminal de Jundiz, construcción de la plataforma de Lezo-Pasaia, eliminación de pasos a nivel y encomienda de gestión de la Variante Sur Ferroviaria, entre otros.

Central de Lemoiz. Cesión inmediata de terrenos a la comunidad autónoma.

Depuración del Alto Nervión. Se licitarán las obras este mes.

Cultura y sociedad. Más inversiones para Sociedad de Ciencias Aranzadi, Euskaltzaindia y un proyecto piloto de viviendas para mayores de Fundación Matia.